No, hoy este artículo no va sobre la última expo del momento a la que, como amantes del arte, debamos acudir. Se trata más bien de una invitación a descubrir, aunque sea virtualmente, el talento del americano Daniel Kornrumpf.
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Este pintor, (y sí, podemos llamarlo plenamente pintor por difícil que resulte en nuestros días), que trabaja y exhibe casi en exclusiva en EE.UU, centra su trabajo en el retrato.
Sus obras se materializan, bien en amplios óleos sobre lienzo, bien en bordados sobre lino. Sin lugar a dudas, éstas últimas son las que llaman más nuestra atención.
Hemos podido ver cómo diversos artistas recuperaban formas tradicionales en recuerdo a un pasado oficio artesanal. Kornrumpf, por su parte, recobra técnicamente este pasado para adaptarlo al medio pictórico. Es decir, ante sus retratos minuciosamente bordados hallamos pinceladas que adquieren una textura inigualable y aterciopelada en la proximidad. Hilos que se disfrazan extraordinariamente de la piel de éstas personas y que dibujan su expresión.
Por otra parte, resulta curioso su tamaño. Pequeñas cabezas retratadas en amplios lienzos vacíos. Cabezas que semejan en tamaño y realismo a cualquier fotografía doméstica, y de las que Daniel probablemente se sirve para iniciar sus trabajos.
Sus protagonistas; jóvenes que, más allá del retrato individual, o de su círculo más próximo, retratan una sociedad contemporánea, actual.
En definitiva, pequeñas exquisiteces, que con ansias, esperemos que algún día lleguen a nuestras fronteras para poder disfrutarlas en directo.
Y porque no hay cuenta en G+???