El pasado viernes 21 de febrero la galería Birimbao inauguraba la exposición ‘Ausencias’, una muestra con la que la galería conmemoraba su 30 aniversario a través de la obra de 15 grandes artistas fallecidos que trabajaron con Mercedes Muros y Miguel Romero (directores de la galería). Manuel Ángeles Ortiz, Rolando Campos, Juan Casado, Cloweiller, Paco Cuadrado, Santiago del Campo, José Guerrero, Mompó, Julio Juste, Paco Molina, Lucio Muñoz, Lolo Pavón, Miguel Pérez Aguilera, Diego Ruiz Cortés y Antoni Tàpies son los 15 artistas que vuelven a las paredes de Birimbao.
Hace unos días, el 5 de abril, Di Gallery cumplía su primer aniversario. Si bien es cierto que la trayectoria de la galería se remonta 7 años atrás con proyectos anteriores de Juan Cruz, hace un año es cuando nace Di Gallery, con un nuevo emplazamiento (C/Muro de los Navarros 66) y orientada exclusivamente a la exposición, promoción y comercialización de arte contemporáneo. Dado el contexto actual, Juan Cruz y Santiago Bedoya (directores de las galerías) celebran este primer aniversario con una programación especial para poder disfrutarla desde casa, como por ejemplo la subasta benéfica celebrada el 12 y 13 de abril.
Birimbao, si no recuerdo mal (a pesar de mi juventud, mi memoria deja mucho que desear), fue la primera galería de arte en la que entré cuando llegué a Sevilla. No mucho más tarde, comenzaría mis andaduras dentro del arte contemporáneo como asistente en DIWAP Gallery (un proyecto anterior que dirigió Juan Cruz). A ambas galerías les profeso un cariño especial y me consta que entre ellas también se lo profesan. Por lo que, aprovechando ambos aniversarios, propuse una entrevista en la que las preguntas las realizara Di Gallery a Birimbao, y este es el resultado:
Di Gallery – ¿Qué objetivos os marcasteis en un inicio? ¿Los mantenéis a día de hoy?
Birimbao – Los objetivos primigenios fueron de carácter romántico. Éramos, como suele decirse, unos verdaderos ingenuos, postura que de antemano solo podía anunciar el fiasco de la aventura que emprendíamos. El planteamiento provenía del intento de satisfacer el deseo de estar cerca del circuito del arte, de participar de él y, en la medida de lo posible, coadyuvar a que tuviera una visibilidad social más amplia. Personalmente venía de explorar otras manifestaciones artísticas con ese único afán y en aquella etapa me pareció que se trataba de una iniciativa interesante.
Desconocíamos las reglas esenciales que gobernaban el mercado del arte, el entramado mercantil que lo sustentaba, sus mecanismos de funcionamiento, las dinámicas internas y las derivas que tomaba al pairo de los cambios que se iban produciendo en el país e internacionalmente, o al menos habíamos reflexionado demasiado poco al respecto. Los presupuestos que nos guiaron eran muy simples, pensábamos que faltaban sitios donde mostrar la creación y personas dispuestas a atraer al público a los espacios expositivos y la aspiración que albergábamos consistía en contribuir con nuestro grano de arena. Sabíamos que había muchos artistas que demandaban lugares para exponer, que eran escasas las posibilidades reales de acceder a los existentes y también del bajo interés en el arte contemporáneo de vastas capas de la población.
Inmediatamente descubrimos que no bastaba con la energía que derrocháramos en pro de la causa, por muy altruista que fuera, que la gran mayoría de la comunidad artística no daba a luz y exhibía sus obras solo por la satisfacción que aquello le generaba o pudiera generar en los espectadores, sino que el aspecto crucial que les empujaba a realizar su labor era ganarse la vida con ello y, quizás, alcanzar algunas metas más complejas de detallar. Argumentos perfectamente entendibles y que nuestra candidez e ignorancia nos había impedido valorar con suficiente atención. También fuimos conscientes de que nuestras opciones se limitarían considerablemente si no lográbamos cumplir determinadas expectativas, entre las que había que contemplar tanto la venta, como el caché de la galería.
Tuvimos que recomponer la idea originaria. Ese proceso nos llevó algún tiempo y bastantes palos de ciego hasta llegar a donde estamos hoy. A partir de ir conociendo con más profundidad el gremio en el que nos habíamos metido y teniendo en cuenta de que no comulgamos con varias de sus leyes, hemos procurado adaptarnos a parte de sus normas y preservarnos de caer en otras que consideramos radicalmente contrarias a los principales objetivos que nos marcamos y que son el de ayudar a los creadores a extender los resultados de su esfuerzo en ámbitos más amplios de la ciudadanía, en definitiva, a democratizar el arte contemporáneo.
Di Gallery – ¿Con cuántos artistas comenzasteis?
Birimbao – A pesar de que éramos novatos, lo que incide de manera importante en un sector extremadamente piramidal y jerarquizado, los inicios fueron prometedores. Desde el principio quisimos atender a una franja diversa de artistas, jóvenes y veteranos, emergentes e históricos y aprovechando los resquicios que proporcionaba la estructura instaurada, pudimos ir incorporando a nuestro elenco a un conjunto significativo de creadores de una maestría indudable y ofreciendo oportunidades a otros que llegaban con el ímpetu de la juventud. En la primera exposición colgaron sus piezas doce autores cuyas carreras ya habían descollado y en la segunda cuatro que hacían su debut en una sala de las características de la nuestra.
Así que, en función de los medios de que disponíamos, y sin olvidar los errores de apreciación que pudimos cometer, fuimos completando las temporadas con muchos nombres, todos dignos representantes del oficio, que junto con sus obras nos llenaron de orgullo. Artistas a los que siempre agradeceremos su apoyo y comprensión.
Di Gallery – ¿Qué factor pensáis que es clave en nuestra profesión?
Birimbao – Mas que pensar en cuál es el factor clave de la profesión y asumiendo lo que supone de pretencioso, te diría cuál debía ser. Nuestra profesión debe estar nucleada por la pasión por la obra de arte, el respeto a quienes la ejecutan y la escrupulosidad en proponer al público lo que entendemos que posee calidad. Cualquier otro asunto debe jugar un papel subordinado. Evidentemente esto debe ir unido a una renovación constante del compromiso con el estudio acerca del género que manejamos, una preparación efectiva para dar respuestas satisfactorias a la curiosidad y confianza que depositan en nosotros los clientes y la proximidad con los artífices de la creación, sus inquietudes, sus motivos y las condiciones en que desenvuelven su trabajo.
No se trata, como cuando comenzábamos, de una posición aventurada desde el desconocimiento del orden habitual de las cosas, ni una contestación extraída de un recetario de sentimentalismo trasnochado, se trata de una convicción hartamente meditada tras años de experiencia. Estimo que, si elementos no artísticos se anteponen y arrebatan el protagonismo a las cuestiones antedichas, nuestro empeño no merecerá la pena. Nuestro cometido podrá considerar otros parámetros como, por ejemplo, el económico, pero creo que, si no sabemos armonizarlo con prudencia y cuidado, asignarle el sitio que le corresponde, el éxito en la empresa lo deberemos atribuir más a nuestras dotes de meros mercaderes que a la de eficaces intermediarios que buscan acercar a la gente los frutos de la imaginación.
Di Gallery – ¿Cómo creéis que ha cambiado el panorama del arte contemporáneo y el mercado desde que empezasteis hasta ahora?
Birimbao – En los últimos treinta años el panorama ha ido cambiando al ritmo del desarrollo económico que se ha ido alcanzando. Salvo las excepciones que a menudo subrayamos, sobrevenidas en contextos críticos en los que la intervención decidida de los diferentes actores en liza hace que florezcan con cierta independencia, históricamente la gestación de los artistas y las repercusiones sociales de su quehacer han ido ligadas al compás que imprime el mencionado desarrollo.
Parto de la hipótesis de que el mercado ha mantenido durante este ciclo un control férreo sobre la casi totalidad de la institución arte, revelándose la enorme complejidad para establecer dispositivos que soslayaran la servidumbre a que la sometía y que, por consiguiente, la premisa anterior ha determinado los movimientos de otra naturaleza que en el periodo precedente se han producido en el sistema.
Desde un ángulo distinto, puedo decir que en este tiempo ha aumentado el número y heterogeneidad de las propuestas y, en correspondencia, la cantidad y diversificación de los que las reciben. Al igual que germinaron nuevas tendencias, disciplinas, soportes y formas de expresión, se han ido añadiendo nuevos sectores de clientes que con arreglo a variados criterios plásticos han reclamado productos novedosos. De la misma forma ha habido un núcleo significativo de destinatarios que han ido adaptándose a la cadencia, algo frenética, de los acontecimientos y combinando sus demandas de primicias con formulaciones más asentadas en el acervo cultural. Hay que sumar al análisis del estado presente el surgimiento e implementación de canales de distribución alternativos que se abren hueco en su vocación de suplantar a los tradicionales.
Di Gallery – ¿Cuáles serían los consejos que daríais a una galería joven como la nuestra?
Birimbao – Los mayores somos muy proclives a dar consejos, pero en este caso, desde el afecto y el respeto que te tengo, más que aconsejarte prácticas concretas, procedimientos que crea adecuados y que te sirvan para encauzar la galería te diría que procures disfrutarla. Es cierto que es difícil disfrutar la vida si se convierte en una lucha por la subsistencia, pero si tenemos la fortuna de saltar esa barrera, lo que más feliz puede hacernos es compartirla, al margen de con los seres queridos, con el arte que tanto amamos. Cada uno debe trazar su propio camino, así que lo que me cabe recomendarte es que seas fiel a los principios que te han movido a afrontar tan maravillosa apuesta, que busques las fórmulas oportunas para llevarla a cabo sin circunscribirte a las que están previamente establecidas y que extremes el miramiento por el material que manipulas.
Probablemente no sea el tipo de respuesta que esperabas y con toda certeza no es la más apropiada para que aparezca en una publicación especializada, mas, la considero pertinente dado el formato de entrevista que Guillermo Amaya de la Plataforma de Arte Contemporáneo ha diseñado: un diálogo entre compañeros en el que el recién incorporado interroga al veterano.
Desde la experiencia vivida puedo afirmarte que has elegido un oficio apasionante, que con frecuencia requiere sacrificios, pero en el cual te aseguro que las dimensiones que alcanzan las satisfacciones superan con creces las que adquieren las adversidades. Para finalizar, Juan, me gustaría dejar de manifiesto abiertamente lo que con reiteración te he deseado en privado: que tengas mucha suerte.
Etiquetas: Birimbao, Di Gallery Última modificación: 19 septiembre, 2023