El arte urbano no es solo graffiti como demuestra el colectivo británico Filthy Luker, autores de unas llamativas esculturas gigantes inflables. Comenzaron en 1996 y su trabajo se compone principalmente de aire, la luz, el tejido sintético, mucha imaginación y humor. Son carateríscticos sus ojos hinchables colocados por la ciudad, y nos recuerdan al artista Ich bin Kong.
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‘Domesticated’ de Anthony Goicolea en galería Senda
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,moj