Entrevista a Silvia Flechoso

by • 28 abril, 2023 • Artist Interviews, EntrevistasComments (0)549

Silvia Flechoso (Burgos, 1991). Estudios inacabados en Filosofía en la Universidad de Valladolid (2009-2012) y en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid (2012-2015). Vive y trabaja en Madrid (Madrid). Reformula la tradición pictórica veneciana a través de una estética erótico mística con elementos pop contemporáneos a los que dota de un significado simbólico, para crear un conjunto cuyo fundamento es la transmutación alquímica.

Trabaja la temática de su obra por capas. Cada símbolo contiene diferentes niveles de significado, al igual que la obra, que funciona como un único símbolo, siendo el conjunto total de subconjuntos de símbolos. Su finalidad es dejar siempre el espacio de la interpretación abierto para que se proyecte libremente quien observa la obra. La práctica artística como proceso de transformación, transferido a la obra a través del proceso de creación. La artista se transforma en ese proceso de transformar la materia, y, a su vez afecta a quien observa, al entrar en contacto con el paquete energético que es la obra.

Retrato de Silvia Flechoso. Cortesía de la artista.

PAC – Te proyectas desde Madrid. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?

Silvia Flechoso – Amo Madrid y mi pintura en gran medida se ve influenciada por la herencia del arte español. Me costó mucho asumir esta herencia, porque desde pequeños vemos a los norteamericanos como pioneros del arte, la cultura y el entretenimiento de nuestra época, y aquí no abunda precisamente el sentimiento de orgullo. ¿Desde dónde se proyecta uno? Uno se proyecta desde el nacimiento, antes incluso. Yo nací en Burgos, Castilla y León, la comunidad autónoma con el carácter más seco de todo el territorio nacional. Tampoco me gustaba de niña ser castellana. Con frecuencia me apenaba pensar que había tenido mala suerte por haber nacido donde había nacido, en lugar de en Los Ángeles, Nueva York o Londres. Más adelante comencé a decirme que si había nacido donde había nacido por algo sería, y ahora, desde hace unos años, encuentro sentido a todo esto y me siento orgullosa de mis raíces, porque le dan a mi expresión artística el carácter que me gusta encontrar en la pintura, en artistas a los que admiro, como Velázquez y Goya, o Tiziano. Cuando comprendí que la mejor pinacoteca del mundo era El Prado, que esa pinacoteca fue coleccionada en gran medida por Velázquez para Felipe IV, que Velázquez es el mejor pintor de la historia y que su maestro fue Tiziano, el más elegante de los pintores, perfecto conocedor de los engranajes del poder, sabiendo plasmar la esencia aristocrática en la pintura, cuando comprendí todo esto me sentí bendecida por venir de donde vengo y estar donde estoy. Al punto todo tenía sentido. Me gusta estar donde estoy en cada momento y, si no, lo cambio. ¿Desde dónde me proyecto? Hoy desde Madrid a España. Después de España al mundo. Por supuesto aspiro a expandirme hacia grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, para hacer llegar mi trabajo al mundo. Pero siempre con el corazón puesto aquí.

Silvia Flechoso – Las Borrachas, 2019. Óleo sobre lienzo 220x200cm. Cortesía de la artista.

PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?

Silvia Flechoso – Desde luego que no. Como comentaba, mi pintura se ve profundamente influenciada por artistas como Velázquez o Tiziano y, es más, estoy convencida de que la lengua, encargada de construir estructuras mentales, modifica nuestra forma de percibir el mundo. Me gusta el castellano, lengua que también desprecié cuando era más joven en pro del inglés. He luchado mucho contra mí misma, contra mis raíces pero, al final, es una lucha sin sentido. Estoy segura de que nacemos en el lugar más adecuado para la misión que venimos a desarrollar en la Tierra y ahora veo que todo lo que he recibido, todo lo que me ha modelado para ser lo que soy y haber hecho lo que he hecho no han sido sino bendiciones que muchas veces no he sabido valorar ni recibir porque siempre vienen disfrazadas; es más: han sido elecciones muy precisas. Una pequeña variable modifica por completo la trayectoria. Una sola decisión modifica por completo tu destino. Así, diría que no. Siempre hay acceso, independientemente del lugar en el que nazcas o la cultura a la que perteneces, a una serie de temas universales, que se encuentran en lo que Platón llamó mundo de las ideas, y están más allá de las formas concretas. Supongo que eso permanecería en mi discurso. La metafísica, la espiritualidad y la alquimia es algo que me interesa en grado sumo, y son temas comunes a a todo ser humano, pero desde luego la forma concreta, el estilo, el carácter a la hora de expresar esas ideas y conceptos estoy segura de que habría sido bastante diferente.

Silvia Flechoso – Pop, 2019. Óleo sobre lienzo 200x200cm. Cortesía de la artista.

PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?

Silvia Flechoso – La necesidad, que es consecuencia del propósito que, a su vez, es consecuencia del sentido y razón de mi existencia. Es decir: Yo he venido aquí, y he venido aquí para algo. Ese algo me crea la necesidad innata de llevar a cabo ciertas acciones y puedo hacer dos cosas: realizar mi propósito y cumplir con esas acciones que me impone la necesidad o abandonar mi propósito, abandonándome a mí misma y acabar convirtiéndome en un mediocre infeliz, en alguien que es menos de lo que podría ser. Así, elijo obedecer el dictamen que la necesidad me impone. Es mi cruz, y cada cual tiene la suya. Puedes elegir cargarla o no, pero te aseguro que es mejor que lo hagas y con entusiasmo.

Desde que tengo memoria he sentido la necesidad de crear y dejar una huella, un legado de la existencia impreso en la materia, siendo la única forma que encuentro para que mi vida tenga pleno sentido. Me di cuenta pronto de que el arte era mi elemento, y el medio perfecto para lograr este fin. Llegar al final de mis días y echar la visa atrás y sentirme en paz por haber devuelto el precioso regalo de la vida que me ha sido entregado. Siempre me persiguió la imagen de mi misma en el lecho de muerte y esta toma de conciencia, y el terror de encontrarme ante mi misma en el momento decisivo, mirándome desnuda a los ojos y ver que me relajé, que no hice todo lo que podría haber hecho, que perdí el tiempo y la vida en placeres baldíos, ociosos, en lugar de haber aprovechado para construir algo grande y hermoso que entregar a la humanidad, honrando así mi propia vida y el regalo que supone tenerla. Me resultaría insoportable recapitular y darme cuenta de que todo lo que hice fue un engaño, de que pude haber dado más y no lo di, de que dejé morir mis sueños por no atreverme a cumplirlos, de que no amé con intensidad, de que todo pasó por delante, como pasa un tren, y nunca lo cogí. Además de este terror que me acosa desde pequeña, practicar las disciplinas artísticas que trabajo me permite aterrizar, poner los pies en la tierra, creer que este mundo que cohabito es tangible, material. Cuando paso mucho tiempo sin practicar me pierdo, no sé quién soy, no sé dónde estoy ni para qué; me siento como un ente difuso flotando en medio de la nada. Cuando pinto o hago música, pero sobre todo cuando pinto, recuerdo quién soy y para qué estoy aquí. 

Silvia Flechoso – Punto de Quiebre, 2022. Óleo sobre lienzo 97 x 54 cm. Cortesía de la artista

PAC – ¿Qué ansiabas?

Silvia Flechoso – La Verdad. Trascender el velo de lo aparente y llegar al centro del mundo. La inmortalidad. La sabiduría, la eterna juventud y belleza. Conocer La Verdad del Amor y trascender la muerte. Convertirme en quien he venido a ser. Inspirar y transformar a la humanidad para lograr eso mismo. Dominar este mundo material y modelarlo según mi Voluntad. Llegar a ser El Mago.

PAC – ¿Lo encontraste?

Silvia Flechoso – Con frecuencia sí.

Silvia Flechoso – La Puerta del Sol, 2022. Óleo, sangre y oro y otras sustancias sobre lienzo 200 x 200 cm. Cortesía de la artista.

PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?

Silvia Flechoso – Esta pregunta transciende los límites del arte para adentrarse en el terreno de la educación. Es evidente la carencia de educación visual y emocional que impera a lo largo y ancho del planeta, avalando en muchas ocasiones, simplemente a través del poder de decisión, propuestas mediocres que responden más a fines políticos o de interés económico que a fines puramente estéticos. Es cierto que en la esfera de lo humano todo participa de la política en tanto que toda relación implica dominación y es, por lo tanto, política. Una obra de arte, en la medida que tiene el poder de dominar al espectador, es un objeto político, es un objeto de poder, lo cual no quiere decir que deba ser propaganda de una ideología. El problema que veo yo en el mundo del arte actualmente es la corrupción de la estética en pro de la ideología, de manera que el objeto de arte deja de ser un objeto de poder  para ser un panfleto propagandístico. Esto, a su vez, ejerce una presión coercitiva sobre el artista, que, para que su mensaje sea aceptado debe, en muchos casos, participar de esos condicionantes ideológicos mayoritariamente aceptados, de ese buenismo pueril que todo lo infecta, corrompiéndose a sí mismo en pro de un reconocimiento y la construcción de una carrera, lo cual es muy loable, pero a través de unos medios mediocres, cobardes y vergonzosos que le obligan a venderse, rebajando su poder real al de mercenario.

Silvia Flechoso – El triunfo de la fe, 2018. Óleo sobre lienzo. 180 x 140 cm. Cortesía de la artista.

PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar del sistema?

Silvia Flechoso – Deberíamos recuperar la nobleza de la esfera artística y su autonomía, limpiando, liberando el arte de discursos con fines ideológicos. Esto se ve muy claro en ciertos certámenes, cuando la mayoría de las obras que salen premiadas tienen relación con una serie de temas que no voy a especificar aquí. ¿Casualidad? Otros directamente los apuntan como requisito en las bases.

PAC – Asociacionismo profesional ¿qué opinas?

Silvia Flechoso – El camino del artista se nos vende como solitario, y en una gran medida en la que tienes que preparar tu guiso lo es, pero sin el otro nada sale adelante. Necesitamos ambas cosas: soledad para acceder al interior y buscar nuestros tesoros, y asociarnos con otros para compartirlos, permitirnos crecer y llegar al mundo.

Silvia Flechoso – El cierre de la mente moderna, 2018. Óleo sobre lienzo. 170x130cm. Cortesía de la artista.

PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.

Silvia Flechoso – Mi trayectoria, ¿desde cuándo? Podemos contarlo así: Cuando era niña quería ser artista, como Leonardo. Me parecía lo más grande a lo que podía aspirar como ser humano. Crecí y me vendieron la creencia que ser artista equivale a morirse de hambre, y yo, ignorante, la compré, así que erré varias veces en mis matrículas de estudio: En primero de bachillerato cursé ciencias para darme cuenta en el primer trimestre de que ese no era mi lugar y cambiarme a artes a mitad de curso. En la universidad comencé filosofía en Valladolid y, al tercer año, cuando la conciencia me hacía insoportable seguir por más tiempo traicionándome por estar alejada del vehículo que me dirigiría a mi propósito, a pesar de que amo la filosofía y se me daba bien, dejé la carrera sin acabar para estudiar Bellas Artes en Madrid, que igualmente abandoné, esta vez, decepcionada al darme cuenta de que en el mundo académico no encontraría lo que buscaba en la vida: allí obtendría títulos, y yo quería resultados en el mundo real. Me puse en manos de mi primer mentor y comencé simultáneamente a producir obra con gran frenesí, aprovechando todo el tiempo que tenía a mi disposición, libre de tener que hacer trabajos anodinos que no me estimulaban en absoluto, o de ir a unas clases que me chupaban toda la energía.

Tras este período de muerte, el broche tiene lugar en el verano de 2015, poco después de dejar Bellas Artes, al realizar dos viajes que fueron determinantes para mi trayectoria vital y espiritual: el primero a Londres, dos semanas, casualmente el día de mi veinticuatro cumpleaños. Me fui sin dinero, únicamente acompañada de una libreta de dibujo y un lápiz, un cortaúñas, bicarbonato, jabón y un cepillo de dientes, con unas alpargatas, una túnica y un manto. Así me fui para descubrir que la Vida, efectivamente, está hecha de milagros y es en sí un milagro. Salí con vida de esa para repetir el proceso en septiembre rumbo a París acompañada, esta vez, de una guitarra. Al tercer día, me vi en la calle, sin dinero y agotada por la lluvia y el frío. Entonces pedí y se me dio: esa noche estaba cenando un rico plato de salmón en el restaurante de un cabaret junto a Notre Dame, donde trabajaría como cantante española. Qué casualidad o qué causalidad. Pasé un año entero en París lleno de desafíos y, cuando volví a España, descubrí la increíble transformación que había operado en mí como resultado de ese proceso.

Al llegar aquí empecé nuevamente de cero, y poco a poco fui abriéndome paso: me encargaban un retrato aquí, me comparaban una obra allá, iban saliendo exposiciones, ferias, etc. hasta que fui logrando estabilidad económica viviendo exclusivamente de mi obra.

En 2021 tuve la fortuna de que mi galería, Inéditad, me propusiera para participar en la feria de arte contemporáneo ArtMadrid. Me entusiasmó enormemente la idea y pensé en hacer una obra espectacular, una obra que rompiera completamente e invitase a su vez al público madrileño a interactuar. En siete días ejecuté un cuadro de gran formato (doscientos por doscientos centímetros) en el que representé una escena de la piedad cristiana desde una perspectiva contemporánea, protagonizada por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como Virgen María y el cantante C. Tangana como Jesucristo, acompañados de otros iconos actuales como Rosalía, Billie Eilish, Nathy Peluso o Bad Bunny. La obra llamó la atención de los principales medios de masas nacionales, como TVE, la Sexta, cuatro, Telecinco, Antena 3, ABC, El Mundo…etc., convirtiéndose en un verdadero fenómeno artístico y mediático, lo cual ha supuesto para mí un gran paso como artista. No obstante, la trayectoria de un artista es una carrera de fondo y, a pesar de que uno puede recibir grandes gracias, como ésta, debe seguir gradatim ferociter

Silvia Flechoso – Pietá, 2021. Óleo sobre lienzo 200x200cm. Cortesía de la artista

PAC – Defínete mediante hashtags o etiquetas.

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PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?

Silvia Flechoso – Proceso de transformación. Alquimia. Masonería. Simbolismo. Iconografía. Religión. Mitología. Espiritualidad. Misticismo. Gnosis. Crítica social. Actualidad pop.

PAC – ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?

Silvia Flechoso – Me reservo las sorpresas.

PAC – Un deseo.

Silvia Flechoso – Prefiero mantenerlo en secreto.

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