Entrevista a Alejandro Torres

Alejandro Torres (Elda, 1970), Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (1995). Pintura. Se sirve del retrato como género. Investigación. Pasión. Ilusión. Maestría. Pop.

PAC- Te proyectas desde Elda (Alicante). ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?

A.T.- Tuve la suerte de terminar la carrera de Bellas Artes en Venecia, fui becado por la Facultad valorando mi expediente y el progreso de mi obra. No sé si fue buena o mala suerte que pasara el último año allí, puesto que regresé directamente a Elda, mi localidad natal, y con una carrera bajo el brazo, que en ese momento no era lo suficiente maduro para darme cuenta de lo poco que podía hacer con ella allí. Empecé a trabajar dando clases de pintura en colegios y academias y compaginándolos con exposiciones y concursos. Pero con el tiempo entendí que mi obra se había empezado a amanerar dejándome influir por lo que los demás esperaban de ella, y de mí. Yo llevaba un buen bagaje durante la carrera, me seleccionaban en concursos de prestigio a nivel de la ciudad y de la facultad y al regresar, no digo que bajara el nivel, o si, pero digamos que entré en un círculo en el que pocos valorarían mi potencial. Pero bueno, esto no fue un proceso rápido, lo fui viendo poco a poco, con los años.

PAC- ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?

A.T.- Ahora estoy convencido de que no. No sé donde me hubiera llevado, y me quedaré con las ganas de saberlo siempre, pero yo tenía muy buenas referencias, tenía mucho impulso y la cabeza llena de ideas e ilusiones, el problema es que en ese momento no tenía los conocimientos de cómo gestionar eso para poder ponerlo en práctica. Como volví a Elda, me puse a trabajar, pensé que tenía tiempo, me engañé y allí me quedé. Con la madurez de ahora me hubiera quedado en Valencia en un principio, hubiera movido mi obra por allí y por Italia, y posteriormente me hubiera trasladado a Madrid o Barcelona.

PAC- ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?

A.T.- No puedo dejar de hacerlo. Es una necesidad que he tenido desde siempre. Ya de muy niño me dejaban con lápices y papel y me pasaba las horas muertas. Nací con ello. Y he intentado dejarlo en algunos momentos de mi vida, por desazón, por no ver salidas, por no verle utilidad práctica, pero no puedo. Siempre estoy creando dentro y fuera del lienzo, mi mente no descansa, soy un creativo nato. En mi casa, en el trabajo, en el estudio, siempre se me ocurren cosas que hacer, que transformar, que pintar, que reestructurar. A veces pienso que no se descansar la mente, que no puedo dejarla en stand by.

PAC- ¿Qué ansiabas?

A.T.- Ansiaba crear, proyectar mis ideas sin ponerles un límite, sin saber hasta dónde podían llegar. Realizarme como profesional, vivir de ello y hacer lo que realmente amo desde niño.

PAC- ¿Lo encontraste?

A.T.- Si, por momentos. Pero a menor escala.

PAC- ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?

A.T.- El mundo del arte es un sistema interactivo en el que trabajan diferentes agentes, desde la crítica a la enseñanza, desde los Museos al comercio, desde las políticas globales a las identidades particulares. El estado debería asumir la obligación de proteger todas las manifestaciones del arte y contribuir, junto a la sociedad civil y la iniciativa privada, a la mejora de las condiciones para el incremento de la creatividad artística, adoptando medidas encaminadas a fortalecer el sector el papel de los creadores.

PAC- ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?

A.T.- Creo que un circuito de centros de arte con una programación constante y de calidad ayudaría mucho a mejorar el nivel de nuestro arte y la presencia de publico. En Holanda hay muchos espacios alternativos para los artistas jóvenes, y las galerías buscan talentos a descubrir. Que los artistas ni tuvieran que pagar peaje por todo también sería una buena forma de incentivar. Hoy por hoy pagamos por exponer en ferias y galerías, pagamos comisiones e impuestos por vender, pagamos a intermediarios y publicidades. Es muy difícil por todo ésto vivir del arte. Conozco a muy pocos artistas, casi ninguno, que puede hacerlo exclusivamente, casi todos tienen que dedicarse a otras cosas para poder sobrevivir.

PAC- Háblanos un poco de tu trayectoria.

A.T.- Estudié Bellas Artes en Valencia 1990-95, tuve la suerte de relacionarme con gente de gran talento y eso incentivó mi creatividad. En esos cinco años pasé de ser un aficionado del arte a ser un profesional. Acabé la carrera en Venecia en 1995 y estuve muchos años haciendo exposiciones tanto individuales como colectivas, carteles y gané algunos premios. Mientras tanto compaginaba el arte con el escaparatismo, que es lo que me da de comer. He trabajado en dos grandes empresas de nombre internacional y aunque no tengo total libertad creativa, si que puedo presumir de tener un trabajo que algo tiene que ver con la magia y la creación.
He participado en algunas ferias internacionales de arte y eso me ha ayudado a conocer y relacionarme con artistas multidisciplinales de todo el mundo, enriqueciendo mi alma y mi yo interior, y sirviéndome de inspiración para otros proyectos artísticos.

PAC- Defínete mediante etiquetas.

A.T.- Realismo romántico con connotaciones pop.

PAC- ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?

A.T.- Siempre me ha interesado la figura humana. Considero que es la forma que tengo para expresar sentimientos. Creo que pinto como forma de transmitirme al mundo, quiero contar algo, aunque a veces no tengo claro desde dónde hasta dónde quiero hacerlo. Cuando volví de Italia, vine influido por la pintura y la arquitectura de allí. Mis trabajos eran más clásicos e incluían temas religiosos y arquitectónicos. Los culpables: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Tiziano, Giotto, Fra Angélico, Caravaggio… Poco a poco fui centrándome en lo que realmente me interesa: la figura humana, y prescindiendo de ornamentaciones y fondos. En los últimos tiempos he hecho como un zoom y me centro sólo en lo más expresivo; el rostro. Estoy inmerso en un proyecto que me emociona: el rostro masculino.

Hoy por hoy no me interesa contar historias, sino crear sensaciones que envuelvan al espectador. Necesito enamorarme del personaje que pinto, ya sea en sentido figurado o real, emocionarme, involucrarme al máximo. Es como una relación muy íntima la que establezco cuando me enfrento a ellos. No puedo abandonarlos hasta lograr que tengan vida, que transmitan emociones. El hecho de sentir que de algo inmaterial puedo crear sentimiento me hace crecer.

Me gusta captar un momento de la acción, congelarlo, y que ése momento sirva al espectador para recapacitar o simplemente le cause intriga, sentimientos encontrados; bienestar, repulsión, belleza, odio… Si lo consigo ya habrá merecido la pena.

PAC- ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?

A.T.- Tengo en marcha varios proyectos para diciembre. Uno de ellos es una colectiva aniversario con el grupo ELDADO, como colectivo nos formamos hace veinte años a raíz de ganar un concurso de pintura, somos muy diversos y eso nos gusta, ver como cada uno desarrolla un tema común a su manera y ver el resultado, es fascinante.

El otro proyecto es una exposición en Caserta, Nápoles, de artistas alicantinos e italianos. Me apetece mucho exponer fuera. Me estimula y hace que mi imaginación se multiplique como cuando estaba estudiando. Es como una segunda juventud artística y llega a sorprenderme la capacidad que tenemos de reinventarnos y crecer cuando un proyecto te emociona. Ya lo experimenté cuando participé en las ferias de Art Salzburg y Studio Lisboa 018.

Proyectos que me gustaría realizar: cualquiera que me emocione y me haga crecer.

PAC- Un deseo.

A.T.- No perder la ilusión en el Arte

Etiquetas: Alejandro Torres Última modificación: 6 septiembre, 2023