Compartir, no poseer. Éste es el nuevo paradigma económico que está definiendo nuestro tiempo, un sistema de consumo basado en el intercambio de bienes o servicios a través de plataformas virtuales. La economía colaborativa se ha insertado recientemente en nuestras vidas como un caballo de Troya transformando el statu quo del mercado y el intercambio de información entre usuarios. Pensemos, por ejemplo, en la cantidad de vídeos tutoriales que cada día cientos de usuarios alojan en repositorios de Youtube para otros tantos demandantes. Una información que no hace tantos años era relativamente uniforme y estaba limitada por el medio físico (libros), y que actualmente se ha desintegrado y diseminado en la web de manera extraordinaria. No resulta extraño, por tanto, que el artista malagueño Antonio R. Montesinos haya ligado el concepto de Entropía al de Consumo Colaborativo en su nueva exposición, Entropía (Equilibrio, ruido y dispersión).Tampoco es del todo azaroso el espacio en el que se ubica la muestra, la sala Iniciarte de Málaga, enclavada en plena zona portuaria y cuya gran cristalera abre el espacio expositivo al mar. Los flujos comerciales del Puerto dialogan directamente con las obras de Montesinos.
Pensemos, primero, en los grandes contenedores humanos de nuestro tiempo: auditorios, autobuses, aviones, parlamentos,… lugares diseñados para ordenar a las personas en el espacio momentáneamente, ya que el individuo tiende al movimiento y el desorden. Una dinámica que casualmente se produce en el muelle malagueño cada día cuando de un gran crucero desembarcan cientos de turistas dispuestos a tomar la ciudad de la manera más desigual y anárquica. Montesinos describe el concepto de Entropía a través de cuatro esquemas sencillos, Entropía I, II, III y IV (2016), que representan el proceso de desorden de un conjunto humano en los cuatro ámbitos anteriormente citados.
Nuestro afán por alcanzar un hábitat ordenado discurre en contra de las leyes de la naturaleza y sin embargo, no cejamos en nuestro empeño. Resulta paradójico pensar como Internet, la gran estructura lógico-matemática creada por el ser humano, ha introducido progresivamente aspectos entrópicos en nuestras vidas. Citábamos anteriormente el sistema de consumo colaborativo impulsado definitivamente por las plataformas virtuales. La estructura que define a estas plataformas, la celebérrima “tela de araña”, es precisamente un sistema en dispersión que crece de manera descontrolada. La metáfora que construye Montesinos en torno a esta idea parte de un palet de madera, elemento fundamental en el transporte de mercancías pesadas y, por tanto, habitual en puertos, aeropuertos… El objetivo que el artista se fija es construir con dicho armazón una silla con ruedas. Para ello acude a Youtube, uno de los sitios web que más ha determinado el citado modelo de intercambio económico, concretamente visualiza algunos vídeo tutoriales en los que se explica como llevar a cabo el mueble en cuestión. En el proceso de visualización y aprendizaje el artista advierte diferencias o errores cometidos por los tutores virtuales que dan lugar a soluciones constructivas únicas y originales. Esto es el ruido, una de las características principales de la Entropía. El ruido provoca, precisamente, la dispersión del conocimiento, la variedad. Múltiples vídeos que hablan de lo mismo pero de distinta manera generan un conocimiento plural sobre un aspecto muy concreto: fabricar un mueble de madera reciclada. Si el usuario consigue discernir las ideas clave en medio del caos informativo, tendrá la posibilidad de construir un conocimiento significativo. La experiencia vídeo didáctica resultó tan enriquecedora para el artista que decidió crear su propio vídeo tutorial sobre el asunto, How to make (2016), y un plano de montaje en formato cartel, You can do your own variations (2016), en el que Montesinos anima al espectador a crear sus propias sillas-palét introduciendo variaciones con respecto al modelo inicial. El resultado es Esperar a que todo tiemble (2016), una instalación formada por una veintena de sillas-palét construidas por el propio artista que cada cierto tiempo vibran (el ruido que dispersa) y se desplazan levemente. Pero el ruido que verdaderamente interesa en este caso es el humano: el espectador puede sentarse en ellas, desplazarlas, leer algunos libros referenciales que el artista ha depositado sobre las mismas,… Con esta exposición, Montesinos ha querido generar un enviroment que trascienda lo puramente objetual insertando un hilo de música Vaporwave, género que critica y parodia los spots publicitarios de la cultura yuppie de los 80.
Este trabajo se encuentra en una línea de investigación, reflexión y pensamiento que Montesinos viene desarrollando aproximadamente desde el año 2003. Ich (2003), Solo en la ciudad 2.0 ( 2005) o Narraciones Caminadas (2005-2011) son algunos de sus primeros proyectos en los que el artista desafía el concepto de mapa de la ciudad y plantea otras formas de vivirla. Si en Inopias (2008-2015) el factor orden resultaba fundamental para construir aquellos paisajes urbanos a escala, en Entropía lo será el desorden en todas sus variantes: la tendencia humana al desorden físico e intelectual.
Lugar: El Palmeral. Espacio Iniciarte (Málaga)