Hasta el 2 de noviembre de 2013. Galería Max Estrella, Madrid
José Ramón Amondarain presenta su primera exposición individual en la galería Max Estrella, en ella encontramos sus últimos trabajos. En la muestra se han seleccionado obras correspondientes a cuatro proyectos diferentes, que establecen una profunda relación entre sí.
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La primera de las series se pueden considerar «diapositivas», poseen un gran tamaño apto para recoger los nombres de célebres artistas que llegan a identificarse con caracoles de mar y moluscos: un mejillón y sus barbas dedicado a Anselm Kiefer, o una caracola bellamente coloreada a Sonia Delaunay.
Se continúa con una serie de lápidas parietales de poliéster con otros nombres, algunos repetidos con los que Amondarain ha compuesto anagramas de varios sentidos, como Dora Maar / Dar o Amar, Andy Warhol / Hold any War o Marcel Duchamp / Clad Preach Mum.
Un grumo de pintura encuentra su lugar sobre una superficie lisa, recortes de imágenes parecidas a fotografías y una sucesión de esculturas donde el papel acaba siendo el protagonista, superficies que nos presentan una vista cenital del Museo Reina Sofía.
Existe una metamorforsis de obras, un discurso semiótico sobre el cuadro dentro el cuadro en una fotografía de algo pintado por el artista, fruto de una superficie, un trazo y un color, o la misma idea en un objeto de poliéster que encarna lo que bien pudiera ser la propia superficie de la pintura. Hablando de sus obras y el proceso de producción, Amondarain nos lo explica así: «otra pieza es la que llamo luna (no es ése el título), se trata de una especie de cajón de poliéster, y su parte superior representa una superficie con pinceladas. Al hacer las fotografías (pruebas) me gusta el hecho de que no se entienda bien lo que es y esa especie de paisaje lunar y desolado».
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