“En la quietud”, exposición de Javier Victorero. Hasta el 18 de mayo de 2014. Sala Amós Salvador, Logroño.

Decir que la obra de Javier Victorero se sitúa en la abstracción geométrica es una realidad incompleta. Si bien es cierto que este artista asturiano trabaja desde la no-figuración, con formas lineales, angulosas y planas con ciertas reminiscencias a la obra de Mark Rothko, también es verdad que si por algo destaca realmente su trabajo es por su impecable y exquisito tratamiento del color. Su paleta cromática se impone como la referencia más inmediata y precisa a la hora de categorizar su pintura.

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Victorero trabaja con maestría la teoría de color concibiendo al espectador como un sujeto que, situado ante un hecho pictórico, puede convertir una serie de estímulos físicos en algo estético y transformador a nivel formativo y emocional. Mediante el color y la luz, interpretados por el órgano visual, el público puede descubrir experiencias físico-estéticas y colocarse como protagonista del acontecimiento artístico.

La muestra titulada “En la quietud” se compone de más de cuarenta piezas que fueron realizadas entre Gijón y Logroño durante los últimos tres años donde el artista asegura jugar con el poder de la luz, no sólo desde el punto de vista físico sino también espiritual, junto con el misterio del color. El conjunto de la exposición se compone de diversas series de pinturas que recuerdan al espectacular y delicado fenómeno que se pone en marcha cuando un rayo de sol atraviesa de un cuerpo prismático y la luz se descompone en colores, sólo que aquí la sensibilidad de Victorero es ese prisma que nos deleita con bellas y serenas formas de color.

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