Los medios de reproducción habituales no alcanzan a transmitir la corriente de energía que emana de su obra, los sutiles matices de color, la subyugante presencia de las figuras, la dramática dualidad de la luz.
Desde un punto de vista plástico, el trabajo de Solana reivindica el retorno necesario a la pintura, la exaltación de las cualidades pictóricas de la obra de arte, su superioridad. Los ecos de El Greco, Zurbarán, Velázquez, Goya y Sorolla, nos hablan de su erudición y nos recuerdan la histórica grandiosidad de la pintura española, reinterpretada desde un estilo indudablemente propio y una personalidad absolutamente abrumadora.
Como dijera Joel Peter Witkin: “las cosas extremas son como milagros”. Su audacia para escapar al decorativismo y su transgresora capacidad de conmover, nos acercan al concepto de “Neobarroco”1, que toma forma en la marcada teatralidad de las composiciones, las aristas que genera el carácter fractal del conjunto, y el extraordinario uso del modo simultáneo. En ellas, la figura no ejerce un papel hegemónico sobre el espacio sino que este la define, y el diálogo entre ambos la determina.
En ese universo, “La «realidad» es sencillamente un diseño mas o menos constante — El diseño que aceptamos como «realidad» ha sido impuesto por la fuerza que domina este planeta, una fuerza esencialmente orientada hacia el dominio absoluto”2, y basada en el confinamiento y la vigilancia.
Solana adopta la ficción como territorio en el que abandonarse, para abordar cuestiones como el abuso social, la deformidad como nuevo estándar, la belleza de los cuerpos intervenidos y la crueldad al ser sometidos. Consigue inducir al espectador un sentimiento de “extrañamiento” delimitado por lo grotesco y en ocasiones lo terrorífico.
Su trabajo provoca una inmersión en espacios de abyección, físicos y mentales en los que, en términos de Foucault, la “docilidad” y el “disciplinamiento” generan locura y legitiman las mutilaciones del espíritu de unos cuerpos-texto abusados para finalmente ser redimidos y consagrados por el color.
1Calabrese, Omar – “La era neobarroca” – Cátedra – 1999 -Madrid
2Burroughs, William – “Expreso Nova” – Minotauro – 1973 – Buenos Aires
Artista: Víctor Solana
Fechas: Desde el 10 de abril hasta el 16 de mayo de 2015
Lugar: Galería Swinton & Grant, Madrid
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