Vivimos tiempos de convulsión y coraje por parte de la sociedad civil en contra de políticas antidemocráticas adoptadas por los gobiernos de algunos de los países más poderosos del mundo.
En la esencia más primaria de Woman Art House conviven el afán de divulgación y el compromiso por una justicia cognitiva que parta del arte y del feminismo. Así pues, mi pequeño homenaje semanal es para todas aquellas personas que están luchando por los derechos humanos y la libertad de expresión desde primera fila de la batalla. Este domingo el arte contemporáneo chino irrumpe en #WomanArtHouse para cerrar la II temporada de la mano de Cui Xiuwen y sus inquietantes fotografías de mujeres y niñas, cargadas de simbología feminista. ¡Empezamos!
XiuWen (1970 Heilongjiang- 2018, Pekín) representa a una generación china que crece en una etapa de apertura multinivel del país asiático. Máster en la Academia Central de Bellas Artes de Beijing, se formó en un principio como pintora al óleo, por su destreza natural con el pincel. Pero tras experimentos audiovisuales acabó fusionando técnicas, definiendo así su reconocible estilo que ha evolucionado hacia la abstracción normativa y la instalación.
En una atmósfera cultural y social eminentemente masculina y estrictamente reprimida, la artista destaca con su uso de la fotografía como canal de expresión, siendo considerada una de las artistas independientes chinas más influyentes de su época.
Sin tapujos estilísticos, desde la figuración, investiga la sexualidad y la espiritualidad humanas desde una disciplina multimedia y conceptual, con un cierto punto macabro que la hizo famosa.
La “nueva China” en expansión económica, científica y comercial despierta nuevas inquietudes entre los artistas; el feminismo y el rol de la mujer china es una de ellas. Sin embargo, los canales de expresión no llegan a todas las secciones de población. Los límites son tanto geográficos como educativos: «Las mujeres no son alentadas a pensar creativamente. No hay muchas mujeres artistas porque están limitadas por su educación», declaró la artista respecto a esta cuestión.
Desde el compromiso y la denuncia Xiuwen retrata la situación de la mujer china, en una analogía de cómo percibe a su propio país: en incómoda transición y sometida a severas normas que impone el poder. Por este motivo trata temas impopulares como la tasa de embarazos de adolescentes y niñas, la pedofilia o la imposición del hijo único.
La iconografía impactante de la obra de Xiuwen está protagonizada por mujeres jóvenes, casi niñas, con uniforme escolar. Algunas con golpes en su cuerpo y rostros pálidos e inexpresivos, como si fueran cadáveres. Aprovecha la arquitectura tradicional china célebre y solemne, como la Ciudad Prohibida o el Templo del Cielo para enmarcar a sus mujeres, incrementando la sensación de fragilidad y aislamiento. Denuncia así la complicidad de la conservadora sociedad china. La política del hijo único y sus macabras consecuencias recaen en las mujeres. Xiuwen muestra embarazadas melancólicas, temerosas o seductoras, manifestando la diversidad de emociones y mujeres que se ven sometidas y torturadas por el control de natalidad.
Xiuwen irrumpe en la escena internacional con “Lady’s Room” (2000) en que ocultó una cámara en el WC de mujeres de un célebre club de Beijing. A partir de conversaciones íntimas de las chicas, documentó los intereses y preocupaciones de la juventud de la nueva China. Las mujeres del vídeo, muchas prostitutas, negocian con “clientes” por teléfono, cuentan dinero y hablan libremente sobre su cuerpo y sexualidad. El gobierno censuró la obra, alegando que daba una imagen exterior errónea de la mujer china. Una de las críticas más significativas que recibió fue: ”Esta escena es una característica del nuevo capitalismo”. Pese a todo, Xiuwen fue la primera artista china invitada a exponer en Tate Britain, en 2004 y “Lady’s Room” considerada una obra maestra.
Su serie “Angel”(2006) trata temas como la soltería en su país siendo mujer. Múltiples niñas idénticas se agolpan de manera asfixiante en diversos paisajes míticos, adoptando grotescas posturas con las que se burla de la educación tradicional de las niñas.
En “Sanjie” (2004) una niña con camisa blanca y pañuelo rojo, símbolo del Grupo Jóvenes Pioneros, interpreta las 13 figuras de La Última Cena. El atuendo escenifica el afán de la nueva clase social china de aparentar distinción y occidentalidad a costa de la impostura.
En sus últimos años de vida Cui se adhiere a la filosofía humanista y se interesa por cuestiones como la salud de las mujeres y las catástrofes humanitarias. Donó muchas de sus obras a causas como Pink Ribbon, el terremoto de Haití o el tsunami de Japón .
“Spiritual Realm”(2010) en videos en b/n interroga a hombres y mujeres desnudos sobre su concepción íntima de qué es “el ser”. La artista utiliza el arte como vehículo hacia la iluminación espiritual y la elevación de la conciencia. (Pincha aquí para visionarlo)
En la serie de gran formato horizontal “Existential Emptiness (2009) una colegiala y su muñeca idéntica posan en inquietantes parajes nevados. Inspirada en pintura tradicional china y el teatro japonés Bunraku aborda la adolescencia, la identidad o los tabús físicos.
En cuanto a la complicidad institucional para la represión de la mujer bajo una falsa apariencia de apertura cultural ligada a lo económico, su obra fotográfico-perfomativa “Toot” (2001) denuncia la “mujer-objeto”, envolviendo a la modelo en papel higiénico hasta quedar momificada. Poco a poco gotas de agua dispersas van empapando y desintegrando la celulosa, hasta permitir la liberación de la mujer.
En 2015 Xiuwen organizó la actuación “Awakening of the Flesh”, en que meditaba con el público en solemne silencio. Esta producción experimental reivindicaba la posibilidad de nuevos vínculos sociales y de convivencia difuminando el espacio social vs institucional.
En su madurez Xiuwen da un magistral giro de estilo y retoma la pintura al óleo, junto con el video y escultura. Transmiten su visión existencialista del mundo a través de la abstracción geométrica, combinando la tradición estética China con la tecnología actual.
En su última exposición individual presentó “Luz” (2016),una instalación site especific que aunaba los cuatro ejes de su pensamiento existencial (cuerpo, corazón, alma y vida) encarnados en un túnel iluminado: una reflexión sobre la (no) permanencia del ser.
El trabajo de Cui ha sido objeto de importantes exposiciones individuales, como Angel’s Light: Programa internacional de exposiciones de artistas Dame Jillian Sackler, Museo de Arte y Arqueología Arthur M. Sackler en la Universidad de Pekín, Beijing, China (2016); Reencarnación, Galería de Arte de Shanghai, Shanghai, China (2014); IU: You & Me, Museo de Arte de Suzhou, Suzhou, China (2013); y The Domain of God, Hoy Museo de Arte, Beijing, China (2010).
Cui ha sido reconocida internacionalmente por su trabajo. En 2010, fue galardonada con el título de «Artista más influyente del año» en el Premio de Arte de China y en 2008, el «Premio Bienal de Artista Femenina de China Global» otorgado por la Fundación Internacional de Bellas Artes Wu Zuoren. Las obras de Cui están en colecciones en importantes instituciones como la Tate Modern, Reino Unido; Museo de Brooklyn, NY; la Fundación Ullens, Bélgica; y el Museo Nacional de Arte de China, China.
Cui Xiuwen murió en 2018, con sólo 51 años, después de una prolongada enfermedad. Si queréis ampliar información sobre Cui Xiuwen no dudéis en entrar en estos links: https://youtu.be/_70_sGvkZ8M http://www.galleryek.com/artists/cui-xiuwen/biography https://www.facebook.com/CuiXiuwen/
Cui Xiuwen y un repaso por su apasionante evolución conceptual, estilística y técnica cierra la II temporada de esta casa de artistas que es también la vuestra. Os deseamos un periodo estival repleto de arte y feminismo. ¡Gracias por leernos y difundirnos! #womanarthouse #wahers
Etiquetas: Cui Xiuwen, WOMAN ART HOUSE Última modificación: 14 septiembre, 2023