Esta semana el proyecto Woman Art House se ha acercado a la trayectoria artística de Julie Mehretu (Addis Ababa, 1970), creadora que ha actualizado la manera de entender las grandes pinturas de historia mediante un lenguaje que juega entre la abstracción y la figuración.
Antes de comenzar a analizar su trabajo, me gustaría hacer un pequeño apunte biográfico sobre la infancia de la artista. Mehretu nació en Addis Ababa (Etiopia), donde vivió hasta los 7 años. En este periodo reinó un ambiente de inestabilidad política y social en el país, la revolución etíope que comienza en 1974 y tiene como consecuencia el derrocamiento de Haile Selassie, así como un golpe de estado.
Ante este ambiente de inseguridad, la familia decide emigrar a Michigan (EEUU), donde la artista estudia arte en Kalamazoo College (Michigan) y obtiene un MFA de la Escuela de Diseño de Rhode Island en 1997.

Julie Mehretu – Stadia II
En su trabajo, Julie Mehretu logra crear nuevas narrativas usando imágenes abstractas de ciudades, historias, guerras y analizando la manera en la que el poder, la historia y el entorno crean la identidad de individuos y comunidades. La artista quiere remover conciencias, para ello se inspira en los movimientos sociales y políticos que sacuden el mundo, hechos de carácter individual que al pasar por su filtro artístico logran un carácter de universalidad. que ella ha descrito en algunas entrevistas como ‘Mapas de historia sin ubicación’, Mehretu las entiende como imágenes en una realidad imaginada en lugar de real.
Hablando del carácter político de su obra, es imprescindible preguntarse por el lenguaje abstracto que utiliza, ¿Es posible una obra abstracta y política? Ella defiende la naturaleza política de la abstracción y explica que ver una pintura expresionista abstracta como algo separado de su momento político, surgiendo ‘del subconsciente de una persona’ es ridículo.
En sus dibujos y pinturas encontramos también referencias a la arquitectura urbana, las vías de la tecnología de la información, los patrones de vuelo, planos, grafitis, fotografías…
El interés de la artista por la arquitectura se ve en la manera de ‘construir’ y preparar sus lienzos, todos están formados por distintas capas. Comienza creando una subestructura en la que cubre una base de yeso con dibujos arquitectónicos, a los que añade unas zonas superpuestas de color plano o nubes de pigmentos que servirán de guía para la narrativa. Posteriormente, añade capas de tinta y pintura acrílica que son pulidas y sobre las que la artista realiza unas marcas gestuales espontáneas que dan por concluida la obra.
A continuación, os propongo varios ejemplos de obras de Mehretu para que podáis conocer los temas que suele tratar y le interesan. La primera es Empirical Construction, Istambul (2003) pieza que representa las relaciones entre la religión, el mundo corporativo y la política estatal. En el año 2004, crea el tríptico Stadia en el que explora temas como el nacionalismo y la revolución a medida que ocurren en el mundo del arte, el deporte y la política contemporánea. En Conjured Parts (eye) (2016) toma como referencia una fotografía borrosa de un hombre desarmado frente a un grupo de antidisturbios, esta imagen fue tomada durante las protestas tras el tiroteo en el que falleció Michael Brown en Missouri. En Mogamma (2012), Mehretu se basa en la revolución egipcia de 2011, parte de la Primavera Árabe en el Medio Oriente y África del Norte, y lleva el título de un edificio administrativo del gobierno en la Plaza Tahrir que fue percibido como un símbolo del modernismo y la liberación del país de la ocupación colonial después de su construcción en 1949.

HOWL, eon (I, II) (2017)
Una de las creaciones más espectaculares de Julie Mehretu es el díptico HOWL, eon (I, II) (2017), creado para SFMOMA. Los lienzos examinan la expansión hacia el oeste del siglo XIX, incluyendo el colonialismo, capitalismo, conflicto de clases y la innovación tecnológica de la zona de la Bahía de San Francisco. Para crear esta obra Mehretu compiló imágenes de las pinturas de paisajes de Occidente que yuxtapuso con fotos de disturbios y protestas racistas, alegando que el sueño americano no está disponible para todos. Como nota curiosa, añadir que el gran tamaño de los lienzos, que superan los ocho por diez metros de altura, hizo que la artista tuviera que alquilar una iglesia en Harlem para poder pintarlos.
No puedo terminar este repaso por el trabajo de Julie Mehretu sin mencionar la exposición que el Centro Botín le dedicó entre 2017 y 2018 bajo el título Una historia universal de todo y nada, en la que se hizo un repaso por los momentos clave de su práctica artística. En la actualidad puede verse una minuciosa retrospectiva del trabajo de Julie Mehretu en el LACMA, que viajará posteriormente al Museo Whitney, el High Museum of Art de Atlante y el Walker Art Center de Minneapolis.
Para saber más sobre la artista os recomiendo el texto escrito por Suzanne Cotter con motivo de la exposición en el Centro Botín (muy completo y descargable online, pincha aquí) así como todos sus catálogos y si estáis muy interesados echarle un ojo al libro Julie Mehretu: The Drawings by Catherine De Zegher, ¡una joya!
Hasta aquí el repaso por el trabajo de la artista Julie Mehretu. #womanarthouse no cierra por fiestas, os esperamos el próximo domingo con una nueva artista. ¡Gracias!
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