Decía un reconocido pintor que el primer paso para pintar una mesa consiste en medirla. Las mediciones son gestos cotidianos para aprehender el fondo y las figuras que componen el espacio que nos afecta, ya sea una casa, una habitación, un pasillo o un ínfimo rincón. Desde estas coordenadas, surge Un rincón [im]propio en la galería àngels barcelona entre julio y septiembre de este mismo año. Un proyecto que se despliega en una serie de espacios ocupados temporalmente (habitaciones de pisos compartidos, módulos de taller, el espacio expositivo de la galería, etc.) para especular sobre su relación con cuestiones como la emancipación, la práctica artística y la vida cotidiana en una ciudad global como Barcelona. Tal vez el primer paso para ocupar un espacio consista en dibujarlo. En este proceso existencial, la arquitectura deja de ser una fría construcción y empieza a ser algo más.

Biel Llinàs (Mallorca, 1994) lleva cerca de once años en Barcelona, ciudad donde se formó en Bellas Artes, después de dejar la casa familiar, situada en las proximidades de Felanitx. Un cambio de geografía que vino acompañado también de cambios de perspectiva, así como de la consecución de ciertos ritos de paso vinculados a una precaria, aunque latente emancipación. Es a partir de la experiencia de compartir piso en una ciudad global como Barcelona y de varias lecturas (Andrés Jaque, Remedios Zafra o Juhaani Pallasmaa) que encuentra su nicho de trabajo: las relaciones cotidianas entre el espacio, el individuo y la experiencia de una vida eminentemente urbana.

La elevada densidad demográfica de Barcelona, especialmente del barrio de Sants-Badal, donde vive el artista junto a su pareja (también artista) Ada Fuentes, es uno de los detonantes de la exposición Un racó [im]propi, celebrada en en el marco del Festival Artnou 2023, dedicado a la creación más emergente de la ciudad. Por una parte, el título nos remite a una serie de espacios inadecuados, por ser demasiado pequeños o precarios, es decir, por no alcanzar unas mínimas condiciones. Por otra, en el sentido que son espacios temporalmente ocupados en régimen de alquiler, como una habitación en un piso compartido o bien cedidos, como un taller en el marco de una residencia artística como la que le mantiene ocupado ahora en Fabra i Coats Fàbrica de Creació. De hecho, la propia exposición en la galería àngels barcelona, acaba siendo un caso más de ocupación temporal, a priori asociado a un momento de visibilidad, como tantos otros que terminan configurando las trayectorias artísticas en un sector articulado por una amplia red de instituciones, galerías, espacios independientes y programas de soporte a la creación.

En esta progresiva deriva entre espacios, se teje un timeline espacial que, como si de palabras se tratara, van constituyendo la experiencia y, finalmente, la identidad del individuo, en este caso un artista emergente que aborda críticamente las tensiones de nuestro habitar contemporáneo, en un momento en que la especulación inmobiliaria provoca que el derecho a la vivienda se pervierta y se convierta en un bien de mercado más. Esta realidad urbana ha sido ya abordada por el artista a través de proyectos como Self storage. Estéticas de la emergencia habitacional (2020-21) o How to live in a Pantry (2023) -ambos desarrollados junto a Ada Fuentes- una línea de trabajo que ha dejado claro que lo domestico está lejos de ser un asunto privado, neutro y desproblematizado.

A nivel formal, la exposición se erige en una serie de obras que van desde dibujos, fotografías, pinturas, una intervención en el escaparate y una instalación específica con un habitáculo individual en el sótano de la galería. Esta es la primera exposición individual en una galería de Biel Llinàs, quien el año pasado recibió el Premio Miquel Casablancas en la modalidad proyecto, el primer premio en el Certamen d’Arts Visuals Art Jove de les Illes Balears, participando también en SWAB Barcelona Art Fair, de la mano de las comisarias Caterina Almirall y Margot Cuevas.

Un rincón (im)propio es un proyecto para el que Biel Llinàs contó con el acompañamiento de Jordi Pallarès (autor del texto de la publicación). Junto a la también comisaria Zaida Trallero y como clausura a la exposición, los tres protagonizaron un intenso encuentro dialógico titulado: (ESPAI EN BLANC): expectativas en la práctica artística emergente, en el que invitaron a profesionales del sector ubicados en Barcelona a hablar de las ventajas e inconvenientes de participar o no de los mecanismos institucionales de difusión y visibilidad en el sector de las artes visuales de la ciudad y, por extensión, de Catalunya. “Ocupemos, pues, el espacio -como apunta Jordi Pallarès-. Toquémoslo de alguna manera y permitámonos que también él nos toque a nosotros. Porque cuando algo nos toca y nos conmueve, nos coloca en una situación bellamente incómoda. Me pregunto si la práctica artística no debería generar y profundizar más en este tipo de conflictos domésticos”.
Etiquetas: Àngels Barcelona, Biel Llinàs, Jordi Pallarès Last modified: 20 septiembre, 2023