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Julia Martínez - Cruces rosas

Escrito por: Fotografía Woman Art House

CUANDO TU VIDA NO VALE NADA. CIUDAD JUÁREZ

A mediados de los años 90 salió por primera vez a la luz y a la opinión pública una de las mayores atrocidades de la historia; las protagonistas de este horror: mujeres y niñas, violadas, torturadas y tiradas como si fueran basura; «las muertas” de Juárez copaban portadas, noticieros, todo el globo condenaba esta aberración; en las calles se exigía a voz en grito y con el alma en un puño justicia, una justicia que nunca llegó y que por desgracia dudo que algún día llegue.

Julia Martínez. Superviviente, 2021

Este texto quizás no sea lo que muchas esperéis, este texto lo escribo desde las entrañas. Juárez me mató y me revivió. Siempre digo que una parte de mi se quedó allí con esas mujeres, con esas madres y padres, con esos silencios sordos en forma grito, en forma de dolor, silencios que por más que griten ya nadie escucha.

Vivimos en una sociedad tremendamente enferma, una sociedad que olvida muy rápido aquello que le es incómodo de ver. Las “muertas” son cada vez más pero en esta sociedad se ven cada vez menos.

En diciembre del 2015, yo Julia Martínez, después de más de cinco años de documentación e investigación exhaustiva (documentación que en más de una ocasión hizo que las nauseas me hicieran parar) quise ver, vivir e intentar entender el por qué.

Lo más doloroso de todo fue descubrir que ni siquiera existe un por qué, que el único motivo para que te maten es simplemente el regido por una cuestión genética: ser mujer. ¿Cómo es posible que una cuestión genital sea el único condicionante para no valer nada?

Ciudad Juárez pertenece al estado de Chihuahua, está separada con Estados Unidos por el Río Bravo. Como suele ocurrir con la mayoría de las ciudades donde se empiezan a implementar zonas industriales, Juárez aumentó su demografía y las actividades delictivas con la llegada de las maquiladoras. Ciudad Juárez se convirtió en un enclave industrial imprescindible con el Tratado de Libre Comercio entre México, EEUU y Canadá. De repente allí había trabajo de sobra, la única oportunidad con la que poder prosperar para muchas mujeres.

Julia Martínez. Madre, 2021

Ese futuro prometedor se convirtió en un monstruo, en un engranaje para matar y traficar con ellas de forma impune.

Durante nuestra estancia en Juárez, fue imposible acceder a ninguna de estas fábricas, se escudaban en preservarse por el espionaje industrial, pero nada más lejos de la realidad. Mi interés por las maquiladoras aumentó estando allí cuando una de las activistas que nos ayudaba, me explicó como los viernes en algunas de estas fábricas se personaba un fotógrafo y las empleadas posaban de una en una, para él. En ese momento entendí que todo estaba mucho más podrido de lo que pensaba, que todo ésto ya era imparable, que esas mujeres no eran conscientes que estaban posando para formar parte de un catálogo sexual.

La impunidad con la que se puede secuestrar, violar y asesinar de forma atroz allí es lo más indignante que he visto en mi vida. Y ahora, en 2022, tras 5 meses viviendo México, compruebo estando allí, que ya no es exclusivo de Juárez, que ya está por todos lados. No hay día que una mujer o niña no desaparezca, solo es necesario que busquéis en grupos especializados en redes sociales para que comprobéis con vuestros propios ojos a qué me refiero.

Seguramente todo esto te suene al guión de una película, pero siento decirte que en este caso la realidad supera a la ficción con creces.

Nunca podré olvidar esas marcas de dolor impresas en los rostros de esas madres y padres; muertos en vida, obligados a callar, castigados si protestan.

Sin ser conscientes de ello y sin siquiera pretenderlo, encontré en toda esta barbarie el verdadero feminismo de calle, el del día a día. Madres que aún estando amenazadas de muerte siguen frecuentando las zonas prohibidas, siguen manteniendo viva la esperanza o clamando justicia sin pararse a pensar en las consecuencias, que esto, les acarreará tanto a ellas como a su familia.

Y de toda esta mezcla de sensaciones encontradas nació Nadie hablará de Nosotras cuando estemos Muertas. La primera de las cuestiones que me planteaba era la del ¿cómo?, lo más fácil hubiera sido jugar con la espectacularización del horror, mostrar la realidad tan cruda como me fuera posible, fotografía documental pura y dura de todo lo visto y vivido, pero entonces, ¿cómo sería posible dignificar a una víctima, a una familia rota?

Julia Martínez. Cruces rosas, 2021.

Cuando un artista aborda problemáticas de este calibre existe una línea muy delgada que considero innecesaria cruzar, no podemos olvidar que no son historias nuestras, son historias de otros, de seres sintientes y reales que han tenido la mala suerte de nacer en un lugar donde el horror y la barbarie lo invaden todo.

Por respeto y por dignidad hacia ellas, me tomé el tiempo que hizo falta para encontrar la forma y fondo del cómo lo quería contar. Cinco años de reflexión, años en los que Sara Torres Sifón, comisaria del proyecto, no presionó y respetó.

Tras muchas respuestas (la mayoría de ellas erróneas y evidentemente desechadas) al fin conseguí llegar justo dónde quería llegar.

Comprendí que el YO, aquí, era un NOSOTRAS y que lo último que me gustaría ver en el NOSOTRAS era la barbarie de un cuerpo mutilado, el llanto roto desde lo más profundo del alma de una Madre, la desidia y dolorosa tristeza palpable en los ojos de un Padre; comprendí que “las muertas” habían abandonado este mundo sin dignidad, humilladas y vejadas, y justo ahí, encontré la respuesta que tantas noches de ansiedad me había generado esa pregunta.

Nadie hablará de Nosotras cuando estemos Muertas nace desde el respeto, y tiene como objetivo claro dignificar y visibilizar sin objetivar a PERSONAS. No hay rostros, no hay nombres, son bellas y aún así duelen. No miden dos metros, no hay sangre, no verás cuerpos mutilados, no los verás tirados, no hay nada de lo que puedas esperar ver, porque es un canto a la DIGNIDAD, al NOSOTRAS; un canto a todo aquello que la sociedad no QUEREMOS VER, aquello que INCOMODA y MOLESTA. Aquello que se invisibiliza porque en el fondo NO SE ENTIENDE y NO SE QUIERE ENTENDER.

Etiquetas: , Última modificación: 13 septiembre, 2023