“El sol mismo que no es ya espejo” es un programa audiovisual creado para el pabellón de España en la Exposición Universal de Osaka 2025. Comisariado por Blanca de la Torre, el proyecto reúne obras de los artistas: Pilar Albarracín, Eugenio Ampudia, Ruth Gómez, Elena Lavellés, Marina Núñez, Esther Pizarro y Juan Zamora.
El Pabellón y la actividad desarrollada por España están organizados por Acción Cultural Española (AC/E), y los estudios de arquitectura y diseño Néstor Montenegro, Enorme Studio y Smart and Green Design han sido los encargados de diseñar el Pabellón de España en Expo Osaka 2025.

El sol mismo que no es ya espejo
Blanca de la Torre
El título de la propuesta, tomado del verso de la filósofa María Zambrano “Nace el incendio solar, el sol mismo que no es ya espejo”, se trata de un gesto hacia una de las pensadoras españolas más relevantes, quien con su idea de razón poética apelaba a un conocimiento a través de la poesía para ofrecer respuestas filosóficas. Ella lo conseguía a través de lúcidas metáforas con las que trazaba puentes con la metafísica, poniendo el foco en los diferentes signos del universo.
Sus palabras nos sirven aquí para, desde diferentes ángulos, hablar de las dimensiones del sol como fundamento de vida y generador de comunidad. Nos conduce a especular con este planeta misterioso y fabular en torno a corrientes conectoras de culturas, pensamientos y formas de vida para detonar imaginarios en torno a un futuro más sostenible.
Partiendo de esta base, las propuestas aquí recogidas conectan pasado, presente y futuro, combinando el análisis de la realidad con herramientas de ficción, que nos permiten reimaginar nuestra relación con este elemento y repensar nuestra responsabilidad como seres humanos y nuestro papel dentro del ecosistema.

A partir de una selección de obras de artistas relevantes de la escena española, el umbral del Pabellón se mostrará como un ámbito que nos remite al rol del arte como inspirador de la transición ecosocial donde confluyen tradición e innovación. Del mismo modo que la vida se genera gracias al Sol, el vestíbulo se configura como un intrapaisaje, como espacio de apertura a nuevas posibilidades de hibridaciones y epistemologías.
En el caso de España y Japón, nuestras culturas y sus diferentes formas artísticas han estado conectadas por esta estrella a lo largo de una larga historia compartida. La pasión por el sol de Oriente y la construcción de lo exótico impulsó el desarrollo de nuevas rutas de navegación y conexión, que también tuvieron su reflejo en los imaginarios y la influencia sobre los artistas españoles, con casos particularmente destacables como la estampa japonesa, entre muchas otras formas que se establecieron como algunos de los referentes de las formas artísticas de la vanguardia europea.

La idea de energía está presente como uno de los ejes articuladores del programa. La energía como potencia que se libera a sí misma, un poder o capacidad de hacer cosas, e incluso un potencial o fin en sí mismos, tal y como la concebía Aristóteles, quien acuñó el vocablo combinando ergon con el prefijo en– (“dentro”). La energía como motor de la vida, generadora de comunidad y apuesta por un futuro descarbonizado. Aquí se configura como un puente de vibraciones y como nexo con los miles de partículas que nos componen, elemento articulador y de coexistencia, mediador entre mundos y océanos.
El Sol es una fuente inagotable de energía para nuestro planeta, que impulsa gran variedad de procesos naturales y tecnológicos en la Tierra, así como es fundamental para mantener la vida y los sistemas climáticos. La radiación solar se refiere al flujo total de energía electromagnética que emite y describe la cantidad de energía solar que llega a una superficie específica en un determinado periodo de tiempo. Cuantificar la cantidad de energía que se genera en una ubicación determinada es clave para un futuro sostenible. Debido a su estratégica posición geográfica y los avances tecnológicos, España ocupa la séptima posición a nivel mundial en generación de energía solar. Mapas de radiación solar, diagramas de flujo de energía y gráficos de intensidad son herramientas que se emplean para su representación visual.

La metamorfosis estética de estos, extraídos de fuentes científicas, es el punto de partida de Esther Pizarro para crear Helios: Atlas de irradiación solar, un atlas generativo que traduce, desde un prisma artístico, los datos reales de irradiación solar del territorio español en imágenes abstractas y sugerentes.
Filmado entre Osaka y Madrid, Juan Zamora traza puentes entre ambas culturas mediante la superposición de sus respectivos soles en un mismo cielo. El artista relaciona el ideograma 八 que da nombre a la obra (cuya forma recuerda a la del propio pabellón español y que significa 8 en japonés), aludiendo a la idea de futuro, y juega con la estética del propio número, el cual, girado en horizontal (∞), nos remite a los dos astros entrelazados entre sí. De este modo especula con la idea poética de la existencia de diferentes soles, donde el amanecer y el atardecer de ambas ciudades conviven en un mismo plano y sus paisajes culturales acortan distancias a partir de un trazo de energía imaginaria.
Con Deep Sublime Elena Lavellés explora una versión actualizada de lo sublime romántico en el presente de crisis climática, utilizando como recursos polvo de oro, petróleo, cenizas, agua y aceite para crear un collage abstracto e hipnótico. Nuestra mirada a la naturaleza se ha transformado de fascinación en sensación de miedo y malestar hacia las consecuencias que hemos provocado en nuestro entorno. No obstante, a través del arte, la poesía y otros lenguajes artísticos, podemos seguir reclamando conocimiento y cambio tomando como fuentes el Sol, el agua e incluso residuos procedentes de la incineración y la quema de recursos naturales para generar nuevos materiales sostenibles que fluyan dentro de los sistemas en los que vivimos.
Con Make a Sun Eugenio Ampudia ha creado una obra transmedia a partir de una plataforma digital para ofrecer a las personas transformarse en sol mediante una sencilla danza al conectarse a la web www.makeasun.org, ejecutada en el vídeo por una bailarina de la Compañía Nacional de Danza de España, Pauline Perraut. La cadencia del suave movimiento circular de sus brazos remite al ciclo de vida solar y se integra en la imagen, invocando de modo simbólico un futuro más sostenible. La acción se convierte en una metáfora de cómo un gesto poético, una acción repetida en forma de baile, puede generar la imagen de esta estrella y apelar con ello a un proceso de transformación.
Suimenka es la palabra japonesa que da título a la pieza de animación basada en la fantasía de Ruth Gómez, que significa “bajo la superficie del agua”. Está inspirada en el agua y el sol y hace referencia a ciertos elementos de la cultura japonesa, como el origami (papiroflexia) o el Hinomaru (círculo solar). La artista crea un collage, haciendo uso de técnicas que implican un minucioso trabajo, y vuelca su interés en la ecología de lo no humano y el problema de la pérdida de biodiversidad. Con un enfoque de empatía interespecie, desarrolla un paisaje mágico-onírico donde coexisten animales de los ecosistemas marinos de España y Japón como carpas Koi, caballitos y dragones de mar, rayas y cangrejos.

El lenguaje de Marina Núñez también es la animación, con la que ha creado una erupción solar que provoca sucesivas metamorfosis de este astro, para transformarse en una medusa, una flor, una cabeza humana, un águila. Progresivamente, la radiación electromagnética se incrementa, el cielo se oscurece, el océano se embravece. Hasta que, finalmente, el sol alado se va, sumiendo la tierra en la oscuridad.
Las mutaciones sol-seres vivos nos hablan de una relación estrecha, incluso simbiótica, con nuestros ecosistemas. No somos autónomos ni diferentes, estamos inextricablemente unidos a nuestro entorno. El vídeo propone esa utopía de energías que fluyen y se influyen. Pero también, nos alerta de hasta qué punto este es nuestro único territorio, de que no cuidarlo es una apuesta letal.
En esa misma dirección, Pilar Albarracín con su poesía evoca las dificultades de ser mujer en el mundo actual y sus diferentes contextos, así como nos mete, por un momento, En la piel del otro. Un numeroso grupo de mujeres vestidas con el traje de flamenca camina en una procesión que termina con todas ellas tendidas en el suelo, inmóviles y silenciosas, símbolo de la resistencia pacífica a la violencia contra las mujeres. Se pregunta por esos modos de energía invisibles en que hemos transformado los paisajes poniendo el acento en la ritualidad como parte de esa unión, de nuestros pasados y costumbres. La idea de piel está también presente, la piel del mar, del sol, de nuestras identidades, y la idea del propio traje de flamenco como una piel cultural.
Fechas: Hasta el 13 de octubre de 2025
Lugar: Osaka, Kansai (Japón)Fechas: 13 abr – 13 oct 2025