El Museo Lázaro Galdiano, en el marco de PHotoESPAÑA, presenta, por primera vez en España, el trabajo de Julia Toro, una de las figuras fundamentales de la fotografía chilena. Bajo el título Estado fotográfico, la autora aborda temáticas que se deslizan entre el dolor, la ausencia, la memoria, la fragilidad humana, el amor o la vida en el barrio, compaginadas con imágenes de una hija, un poeta, un travesti…

Comisariada porRodrigo Gómez Rovira, la muestra se compone de sesenta imágenes distribuidas por el pórtico, galería y sala Arte Invitado del Museo.En ellas, los detalles expresivos de instantes cotidianos cobran relevancia: unos tacones capturados en su ondulación caprichosa, una pierna desnuda a medio entrar en una bañera, una pipa a punto de largar su humo, en detrimento de las representaciones de conjunto y la nitidez de las formas.
Fotografías, algunas realizadas en Chile durante la dictadura de Pinochet, que reflejan la vida en un país silenciado, donde, a pesar de todo, se mantuvieron las reuniones con los amigos, los almuerzos en familia, los paseos por el parque los domingos, los recitales de poesía, las risas y el afecto. Pero también los sentimientos de temor al oscurecer.
En atmósferas a menudo melancólicas e introspectivas, por los ojos de Toro han pasado viajeros de trenes, monjas en un convento de clausura, transeúntes de las calles de Santiago, obreros, visitantes de bares o personajes destacados de la cultura. También muchos se han desnudado ante su cámara, por lo que la temática del erotismo ha estado presente en su obra, siendo una de las pocas fotógrafas que ha cultivado el desnudo masculino.
Libre de estrategias y concesiones, Julia Toro documenta esta cotidianidad sin pudor, con elegancia y cariño, sin que su presencia perturbe los acontecimientos que terminan cristalizados en sus fotografías. Y es precisamente gracias a esa mirada circunspecta y furtiva que su universo de imágenes termina resultando íntimo y a la vez un testimonio colectivo. La proximidad del objetivo fotográfico delata el vínculo emocional con el sujeto de la representación, el efecto borroso de la imagen, la urgencia del gesto. Sus imágenes son el resultado de un estilo que explora la vulnerabilidad humana y la vida familiar sin recurrir a la denuncia explícita, afirma el comisario de esta exposición, Rodrigo Gómez Rovira.

Estado fotográfico no es, así, una retrospectiva, sino la memoria de una vida que presenta un punto de vista sobre las relaciones humanas. El estado fotográfico activa la mirada, es un modo de hacer que va más allá de la fotografía, y que también atraviesa la escritura, el dibujo y la pintura, como la propia autora admite: Es una manera de explicar lo que siento cuando tomo la cámara -o incluso sin ella-, una forma de observar la realidad que me rodea y experimentar la existencia. (Extracto del texto curatorial del comisario Rodrigo Gómez Rovira).
La exposición cuenta con la colaboración de las secretarías de Artes de la Visualidad y de Economía Creativa, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Estado de Chile, la Embajada de Chile en España y la División de las Culturas, las Artes, el Patrimonio y Diplomacia Pública (DIRAC) del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Sobre Julia Toro
Inició la década de los 90 con la exposición “Historia de un niño chileno”, un repaso a la vida de su hijo menor, del cual registra su crecimiento desde su nacimiento hasta los 17 años, coincidente con el inicio y término de la dictadura cívico-militar chilena. Después vendrían “Qué ves cuando me ves”; “Imágenes”, “Los recuerdos… se han fatigado de seguirme”; “Memorabilia 1973 – 2003”; “Hombres x Julia Toro”; Erótica”; “Casa”; “Estética de la Nada” o “Julia Toro. Desde la mirada al encuadre”.
Galardonada con numerosos premios -Premio Antonio Quintana a la Trayectoria en Fotografía 2023, otorgado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, o el Premio Plagio a la Creatividad Artística 2024, entre tantos otros-, es autora de libros de fotografía como Amor x Chile (Ocho libros, 2011) e Hijos (La visita, 2018). Además, la escritura de diarios personales le ha acompañado durante largas temporadas, y en 2022 publicó Diarios (Lumen), una compilación de sus textos elaborados entre 1983 y 2019.
Con más de 90 años, Julia Toro continúa cultivando la fuerza creadora que imprime a sus imágenes, retratando lo que la vida le propone, los encuentros, las injusticias, las sorpresas, las alegrías. “La vida está llena de fotos. Si uno agudiza el ojo y pone atención, el ojo encuadra y recorta lo que te rodea. La fotografía es una pasión, un ojo salvaje que sale a disparar a su presa”, afirma quien aún siente “campanadas en el corazón” cuando saca su cámara. “Sigo haciéndolas porque quiero seguir viva”, confiesa.
Artista: Julia Toro
Fechas: hasta el 9 de noviembre de 2025
Lugar: Museo Lázaro Galdiano, Madrid