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La rebeldía intelectual que desborda los márgenes. Archivo PAZ MURO

Las lógicas de archivo atraviesan la memoria de una de las artistas pioneras del arte denominado “Fuera de Formato” termino acuñado por la exposición celebrada en1983 en Madrid comisariada por Rafael Peñalver, en la que Concha Jerez y Nacho Criado rompieron con los formatos establecidos desde los años 70 en lo que concierne al arte conceptual y la performance. Paz Muro quedó fuera de la citada exposición, por lo que realizó una irreverente performance en el desaparecido Molino Rojo de Lavapiés con el título “Artemisa sumisa cazadora cazada por fuera de formato”.

Su recorrido como libre-pensadora y creadora conceptual hace de su figura un eje primordial para entender la ruptura del arte contemporáneo en los 70s y 80s. Con un enfoque feminista, su obra siempre ha estado forzado a profundizar y denunciar la situación de desamparo y abuso de la mujer en una época donde la dictadura primaba y promulgaba que el papel social que las mujeres debían ejecutar estaba vinculado al papel de la familia, la reproducción y la dependencia de figuras masculinas, fueran paternas o bien de los cónyuges. Paz Muro confronto todo eso desde su obra y sus acciones “happenings”, como su “Burra Cargada de Medallas” (1975), “Desposorios de Paz Muro con el Arte Contemporáneo” en Arco 82 donde la artista reivindica su compromiso vital y celebra su boda con el arte, despreciando la institución del matrimonio que pareciera la única finalidad en la vida de las mujeres.

Sus obras dan testimonio de una genealogía feminista que se expone en esta ocasión como una suerte de testimonio irrefutable, del papel fundamental e inspirador para generaciones actuales de lo que supuso su irrupción en el arte madrileño. Medalla de las Bellas Artes (2020) y dos veces candidata a los Premios Velázquez, la exposición que el Museo La Neomúdejar le rinde como homenaje a su trayectoria, no pretende ser una retrospectiva, sino un acto de justicia que resuelva la tensión entre su figura y la ausencia de reconocimiento dentro del sistema del arte.

Paz Muro inició su carrera en Cuenca, aunque su salto a Madrid y sus estancias en New York, la posicionan como a otras coetáneas en el ámbito internacional, su empeño en vincularse con las nuevas corrientes del arte eran necesariamente una herramienta rupturista con la marginalidad que el régimen franquista sometía a la mujer en todos los ámbitos, y por supuesto en el arte también.

La obra de Paz Muro esta presente en el Archivo del MoMA, donde depositó en 1972 la pieza “Propuesta de transformación de la realidad a partir de un fenómeno natural” y que a pesar de haberse iniciado en el año 71, es prácticamente coetánea en la producción de Land Art del artista Christo. Su participación en los encuentros de Pamplona, donde colaboró con Nacho Criado para la creación de la pieza “La sombra de un árbol” fue recogida en el mítico catalogo de los encuentros de Pamplona de 1972.

A principios de los 70, forma parte—junto a Nacho Criado, Mitsuo Miura, Peñalver o Luis Martínez Muro—del llamado grupo de artistas conceptuales de Cuenca. Expone en las galerías Buades y Vandrés y a partir del año 1973, se integra en el entorno de la revista Nueva Lente y colabora estrechamente con algunos de los fotógrafos asociados a la publicación, como Pablo Pérez Mínguez, transformándose en una habitual del paisaje de la llamada movida madrileña.

Figura carismática y de carácter por veces dulce por veces pasional y contundente, creó una senda para las artistas posteriores, que si bien no ha sido suficientemente estudiada y pocas veces bien interpretada, dan fe de una vida dedicada al arte por el arte. Su máxima expresión fue sin duda la performance y la instalación conceptual. Obras siempre producidas sin apoyo institucional y financiadas por su persona. Paz Muro representa la rebeldía intelectual y una disciplina, la del ARTE CONCEPTUAL reflexionado, plagado de procesos de investigación y trabajo de archivo previos a la acción en su practica artística. Nada queda al azar en la obra de Paz Muro pues cada elección, estética, pasa por un filtro de reflexión filosófica basada en su conocimiento y estudio de los presocráticos.

La influencia de la filosofía en su obra es innegable, así como sus conversaciones con Shakespeare con el que entabla una relación epistolar que da testimonio de su genialidad con creadora. Paz Muro como mujer artista, siempre se ha posicionado con su obra en lugares incomodos, de alta cualificación y complejidad intelectual, su obra aparentemente sencilla, esconde sesudas investigaciones previas que pueden ir desde la matemática (se define como presocrática) hasta la astrofísica, la nanotecnología, o las referencias a la filosofía clásica. Este reto intelectual que siempre esta presente en la obra de Muro, ha hecho que muchos al no saber descifrarla, hayan decidido ningunearla, obviarla o directamente hacerla desaparecer de publicaciones, estudios críticos y libros de pretendida historiografía actual. No se puede entender que dada su dilatada trayectoria, sigue activa a día de hoy, aportando al arte conceptual actual una inusitada inteligencia, contenido y referencias filosóficas no sea reconocida de forma más pública, notoria y explícita.

El Archivo PAZ MURO fue donado al Museo La Neomudejar en el año 2018 por la propia artista y esta es su segunda apertura al publico. La primera con un comisariado generado para la exposición Zapadoras expuesto en Costa Rica en el Año 2020 en Galería Nacional y Museo de Cartago. El Archivo PAZ MURO también ha prestado parte de sus fondos y documentos para la exposición colectiva “Cuanto dura un eco” de Fotonoviembre 2023 en el TEA de Tenerife.


Fechas: Del 4 de septiembre al 10 de noviembre de 2024
Lugar: Museo La Neomúdejar, Madrid

Etiquetas: , Last modified: 2 septiembre, 2024