En un presente cada vez más marcado por la urgencia climática, el colapso medioambiental y la saturación urbana, resulta ineludible preguntarse: ¿cómo imaginamos —y sobre todo, cómo construimos— el mañana? Frente a la obsolescencia del modelo urbano actual, OWRON Studio formado por Ali Baghizadeh (BZH) y Aramdokht Jabbari (Aram JBR) propone una visión radical y técnicamente precisa: la ciudad como organismo vivo, en constante mutación, diálogo y adaptación. Un proyecto que, lejos de quedar atrapado en la especulación estética, se formula como una arquitectura posible, ejecutable, incluso necesaria.

La colección Morphing Metropolis nace de la colaboración entre el ser humano y la inteligencia artificial, no como una relación de dependencia, sino como una alianza creativa. En este proceso, la IA no es herramienta auxiliar, sino coprotagonista de un método de diseño que requiere pruebas, errores, ajustes finos y visión a largo plazo. El estudio ha convertido la exploración de materiales inteligentes y estructuras adaptativas en un campo fértil para reimaginar la ciudad.
Nueva York, con su complejidad icónica, ha sido elegida como terreno de ensayo. Pero no la Nueva York de los rascacielos que suben hasta el cielo sin detenerse a mirar el suelo, sino una ciudad vista desde el vacío suspendido por encima de las calles. Ese espacio aéreo ignorado se convierte aquí en territorio para nuevas estructuras: hábitats tecnológicos, conectivos, sensibles a los estímulos del entorno, capaces de crecer o reducirse, de cambiar de piel y función, de dialogar con el ser humano como si fueran organismos. El edificio deja de ser muro y masa inerte para convertirse en interlocutor.
Lo que más llama la atención de OWRON Studio es su compromiso técnico extremo. Sus renders no solo son visualmente poderosos, sino conceptualmente sólidos. No muestran “lo que podría ser” como un sueño lejano, sino “lo que podría hacerse” si aceptáramos que la arquitectura debe dejar de ser rígida para convertirse en un sistema vivo. La pregunta ya no es ¿cómo lo imaginamos?, sino ¿qué se necesita para construir esto?
Inspirados por figuras como Zaha Hadid, Bjarke Ingels o Philippe Starck, sus diseños remiten a una estética fluida, orgánica y fractal, donde la forma no es mera decoración sino consecuencia lógica de una inteligencia evolutiva. Hay algo de panta rhei en toda esta propuesta —el principio filosófico de Heráclito según el cual todo fluye y nada permanece— que se materializa en edificios que se comportan como seres vivos, ajustando su comportamiento a los ritmos de la ciudad y sus habitantes.
Técnicamente, el proceso creativo parte de un andamiaje conceptual preciso: prompts detallados, iluminación volumétrica, efectos cinematográficos en alta resolución, texturas fotorrealistas, composición pensada para la interacción peatonal y estética retro con cámara de 35mm. Todo ello ensamblado mediante comandos personalizados que logran que el resultado esté completamente alineado con la visión artística.
Pero lo realmente revolucionario aquí no es la técnica. Es la voluntad de redefinir la belleza y la funcionalidad desde la colaboración entre inteligencia artificial y humana. En este punto, la IA no solo interpreta deseos, sino que genera propuestas, abre caminos, permite iteraciones inabarcables para una mente humana en solitario. Y ese cambio de paradigma es lo que hace de Morphing Metropolis una propuesta de futuro tan relevante como provocadora.
OWRON Studio no se limita a imaginar el futuro: lo diseña. Y lo hace con una claridad inquietante. Su visión no propone un decorado postapocalíptico ni una utopía idealizada, sino una ciudad capaz de mutar con sus habitantes, de integrar naturaleza y tecnología, de sostenerse en el tiempo sin perder su humanidad.
En un mundo que avanza a velocidades vertiginosas y enfrenta desafíos nunca antes vistos, proyectos como Morphing Metropolis no son una fantasía, sino una hoja de ruta. El futuro no está en la repetición de formas del pasado, sino en abrir nuevas preguntas: ¿Y si los edificios pudieran sentir? ¿Y si las ciudades se convirtieran en aliadas vivas, atentas, conscientes? ¿Y si ya estuviéramos construyendo ese futuro sin darnos cuenta?
Con Morphing Metropolis, OWRON Studio nos demuestra que ese camino ya ha comenzado. La única constante, como decía Heráclito, es el cambio. Y ellos lo están moldeando con precisión quirúrgica y una imaginación sin límites.
Este texto has sido redactado tomando como inspiración los argumentos de los creadores, donde he aportado mis propios conceptos y un análisis de su obra muy minucioso. Además ha sido revisado por GPT para perfeccionar la distribución. Descubre más sobre la opinión del los creadores y más imágenes en la versión impresa de creAtIva Magazine / Vol/6 – Mundos Futuros.