Pablo Rodes (Alicante, 1980). Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (2003), Master of Fine Arts por la School of the Art Institute of Chicago (2010) y Doctor en Scienze del Design por la Università Iuav di Venezia (2017). Docente. Curioso y sagaz. Arte como reflexión existencial. Obra íntima e inédita. En continua búsqueda. En infinito cambio.
PAC – Te proyectas desde Alicante. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?
Pablo Rodes – “Yo soy yo y mi circunstancia”, decía mi padre. Esta frase, tan representativa del pensamiento de Ortega y Gasset, parece haberse adherido al lenguaje coloquial aun en detrimento de su propia intención. Lejos de suponer una justificación ante una situación adversa, constituye una filosofía de vida en la que el “yo” se vuelve indisociable de “todo aquello que lo envuelve”. De hecho, la etimología del término “circunstancia” indica la cualidad (-ia) de lo que (-nt-) está parado (stare) al rededor (circum). Sin duda, es nuestra capacidad de aportar significado al entorno la que da sentido a nuestra existencia. Y donde no alcanzan las palabras y se halla lo inefable, surge el arte.
Aquí nací y aquí he vuelto, coyunturalmente, para encontrarme a mí mismo. Conviene recordar que la cita completa reza: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. En cualquier caso, este también es un lugar desde el que destilar belleza. Con todo, y al margen de mi poliédrico sentimiento de desarraigo, la luz y los colores del Mediterráneo reverberan en las profundidades de mi alma.
PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?
Pablo Rodes – Aparecemos en un escenario que demarca el inicio de un recorrido vital sujeto a infinidad de condicionantes que, simultáneamente, subyugan y embelesan. Desestimo el determinismo porque “soy el dueño de mi destino: soy el capitán de mi alma” (William Ernest Henley).
PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?
Pablo Rodes – No podemos sino aceptar el reto de romper el silencio mediante el uso de la palabra. Asumimos la trascendencia de la consciencia pero también el compromiso que comprende. Este impulso impostergable queda reflejado, de una forma u otra, en mi narrativa audiovisual. El valor de transitoriedad que dicta nuestro tiempo conforma una temática casi obsesiva para mí. Aludiendo a José Hierro en “Tierra sin nosotros”:
Pandereta de siglos para dormir al hombre
preso en el corazón mudo del universo.
Media manzana de oro para que el niño coma
hasta sentirse eterno.
PAC – ¿Qué ansiabas?
Pablo Rodes – Todo proceso creativo adquiere un halo de misticismo, máxime cuando no obedece necesariamente a una imposición funcional. Absorto en su soledad, el artista decide crear algo a priori inútil, fruto de una idea abstracta que brinda gratuitamente a la sociedad. La paradoja radica en el hecho de que algunas de las mentes más brillantes han usurpado ese arquetipo, confiriendo valor a su trabajo desde la precariedad de sus inicios.
PAC – ¿Lo encontraste?
Pablo Rodes – Por fortuna, no. El arte está sujeto a una dinámica de cambios que obliga a la constante revisión de ese concepto.
PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del Arte?
Pablo Rodes – Probablemente faltan oportunidades y, cuando el mercado posa su atención sobre un artista, esa simbolización del ofrecimiento desinteresado se desvanece a favor de una serie de desencadenantes con designios a veces impredecibles. Sus leyes se aplican con absoluta veleidad.
PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?
Pablo Rodes – Cualquier meta elevada exige integridad.
PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.
Pablo Rodes – Con el dibujo pronto aprendí a trascender la realidad oculta tras la apariencia. En la capital de la Toscana entendí después que la curiosidad que yace en el espíritu humano está supeditada a un intrigante mecanismo que libera un sentimiento de euforia ante determinados eventos. Desde entonces y, con esa clave de lectura existencial en la que la felicidad se logra a través del conocimiento, me esforcé por hacer de éste mi estandarte. Con ese fin, cursé un Master of Fine Arts, de dos años de duración, en la prestigiosa School of the Art Institute of Chicago.
PAC – Defínete mediante hashtags.
Pablo Rodes – #EbrioDeUniverso #PaisajistaDeAlmas.
PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?
Pablo Rodes – El arquitecto Andrea Branzi, galardonado con el “Compasso d’Oro”, tuvo la cortesía de recibirme en su casa de Milán. Juntos analizamos la simbiosis entre arte y diseño y cómo entre ellos se teje una interesante sinergia que recupera el elemento mágico tan propio de culturas milenarias que, incluso extintas, dejan tras de sí un fascinante legado inmaterial. Retomando al poeta:
Pandereta de siglos para dormir al hombre,
media manzana de oro que mide nuestro tiempo,
cuando ya no sintamos, cuando ya no seamos,
tú seguirás viviendo.
Así se apodera de mi pintura la fugacidad del tiempo. De ella, el Premio Nacional de Artes Plásticas, José María Yturralde, sentencia que “transpira intimidad. La vibración emocional del color nos capta, nos seduce. La sutil sencillez del entramado geométrico evidencia, en lontananza, el infinito. El silencio, el vacío, sucumbe ante un equilibrio magistralmente deducido en el que se instaura un rico contraste de implicaciones. Obra pletórica de evocación y sensualidad poética, que fluctúa entre realidad e ilusión, transparencia y deseo, razón y significación”.
PAC –¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?
Pablo Rodes – Sí, un vestigio antropocéntrico que denominé Eppur si muove y que permanece inconcluso.
PAC – Un deseo
Pablo Rodes – El acceso al conocimiento gracias al apoyo institucional ha fomentado mi voluntad de interpretar la complejidad de la contemporaneidad. No en vano, la Università Iuav di Venezia patrocinó mis estudios de doctorado en Scienze del Design. Desearía sublimar el presente mediante la codificación de nuevos “signos”, tal y como solicita el vocablo italiano “disegnare”, que traducimos por “dibujar”. Además, mi experiencia como docente me ha concedido diversas estrategias que otorgan reciprocidad a la enseñanza, irradiando aprendizaje omnidireccionalmente. En definitiva, la cultura levita entre certezas y esperanzas, y estoy preparado para asumir el desafío.
Etiquetas: Pablo Rodes Última modificación: 5 septiembre, 2023
