La exposición Émigrants, del artista cubano Esterio Segura, reúne ocho esculturas y ocho dibujos pertenecientes al proyecto del mismo nombre. El discurso curatorial de la muestra investiga la construcción de imaginarios culturales alrededor de la idea del viaje, y las implicaciones de estas imágenes en el constructo de la nación cubana. En pos de ello, el artista interviene carros de juguete a partir del uso y la mezcla de elementos de distinto signo: alas de avión, remos, aletas y escamas de anfibios y dinosaurios, etc., para así enfatizar el carácter híbrido de estas creaciones.
Cada objeto cuenta una historia acerca de una época, una sociedad, una persona. Los juguetes constituyen un tipo de materialidad muy específica, pues no solo existen en cuanto a realidad concreta, sino que son entes generadores de ficción: un carro a escala no es solo un carro a escala, es también la proyección imaginaria de un automóvil a tamaño normal en un juego infantil. Así pues, el proyecto Emigrantes entiende el objeto infantil desde la constante tensión entre la narrativa de la realidad y el mundo onírico. En ese sentido resulta idónea la figura del carro para articular dicho discurso, pues funciona como símbolo del viaje, entendido tanto desde su dimensión espacial: de un espacio geográfico a otro, como desde su dimensión temporal: de la infancia a la adultez. Lo contradictorio y bello de las piezas es su inmovilidad, son objetos hechos para el movimiento cuya función es eliminada en la medida en que solo existen como objetos-arte para su exhibición. Los Emigrantes funcionan como una colección de sueños de personas que nunca conoceremos, pero con las que podemos empatizar, dado el carácter universal de las aspiraciones humanas.
Algunos de los carros utilizados pertenecieron a niños que abandonaron el país como parte de la Operación Peter Pan, uno de los momentos más complejos de la historia postrevolucionaria, cuyas secuelas aún perviven en la sensibilidad popular. Otros son del periodo de la caída del Muro de Berlín. Ambos están relacionados con una misma idea: el fin de una época contado desde su residuo material. La numeración de cada una de las piezas obedece a la eliminación del factor humano en los procesos migratorios, a la pérdida del nombre como sinónimo de la pérdida de la identidad, el humano que acaba convirtiéndose en mera cifra o estadística. Émigrants cuenta la Historia de un país, de sus miedos y aspiraciones. Los carros son la representación visual de una utopía inalcanzable, a la vez que los dibujos constituyen una poderosa herramienta para diseccionar desde un tono casi científico, la esencia cultural de una generación.
Fechas: Hasta el 7 de junio de 2022
Lugar: Fundación Brownstone en Le Marais, París