Desde que la Historia del Arte es capaz de ver más allá de la estética, y desde que la arqueología comprende algo más que un exhaustivo coleccionismo sumiso a esa propia historia del arte, el artista contemporáneo ha comenzado a preocuparse por algo más que por el objeto bello. Se ha preocupado de su entorno social, político, medioambiental… No solo desde una perspectiva estética, sino también crítica. Para ello ha sabido valerse de otras disciplinas que le ayudan a hablar de ese entorno, de ese presente, y quizá con una visión mucho más rica de la que los discursos oficiales del arte nos quieren dejar constancia.

Metodología arqueológica I. 2018
En este caso, Marcos Juncal presenta en sus obras una perfecta simbiosis entre arte bello y una metodología arqueológica. Pero una arqueología que dista bastante de la tradicional y que más bien está en línea con eso que durante los últimos años se ha denominando arqueología pública. La arqueología pública es aquella que investiga los elementos actuales sin jerarquías de valores materiales ni simbólicos, incluyendo también todo lo que tradicionalmente, por la propia disciplina, ha sido excluido de la historia; lo que no tiene patrimonio o lo que no ha logrado ser reconocido y conservado. Por ejemplo, los deshechos y los residuos urbanos. Precisamente estos interesan porque, debido su escaso valor, no son capaces de transcender los parámetros de un arte noble. Son basura o aquellos objetos de los que nos avergonzamos y nos queremos desprender, y aunque lo neguemos, estos hablan más de nosotros mismos que las preciadas obras que la historiografía nos ha legado.

Metodología arqueológica VII. 2019
En algunos casos, Marcos Juncal se aprovecha de estos deshechos directamente, cual materia prima de conocimiento. En otros caso, los interviene y crea fósiles de hormigón con ellos, piedras de una arqueología del presente que se disponen en estructuras de hierro a modo de ficticios yacimientos. Estos intrigantes collages de tiempo y origen desconocidos evocan una ambigua dimensión arqueológica, donde podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación y especular con las múltiples anécdotas que podrían contarnos. Realmente no hay objeto hallado que pueda evocar más narraciones que aquel que ha sido abandonado, pues el único condicionante que nos sugieren es el de un uso anterior, el del paso del tiempo, y a partir de ahí podríamos comenzar un sin fin de cuestiones: ¿por qué está ahí? o ¿por qué ha sido abandonado? Metodología arqueológica genera así un proyecto de investigación y creación artística que parte de un rechazo tan visceral como consciente al mundo del consumo, el cual está profundamente arraigado al territorio donde estos materiales son desahuciados. La lógica de la obsolescencia programada rige ahora nuestra sociedad, todo tiende a convertirse en productos con una vida útil limitada, en objetos de consumo que se encuentran subordinados a la pulsión devoradora de un mercado que necesita continuamente novedades para seguir funcionado. Una trampa donde también quedan atrapados los artistas y sus obras.

Metodología arqueológica V. 2019
Aun así, la obra de Juncal nos recuerda que el valor de los materiales es incierto, lo que hoy es basura mañana puede ser arte o lo que ayer veneramos hoy lo despreciamos. Hay cierto aire premonitorio en sus instalaciones, como si sus trabajos quisieran mostrarnos un futuro no muy lejano, en el que las cosas que hoy tiramos serán los vestigios de algún universo futurista. Bien podría ser también un estudio de nuestra propia sociedad, cuyo título anunciaría algo como que para vivir hace falta consumir. Pues el capitalismo, en su proceso de producción, engendra una tremenda carga esquizofrénica en los individuos, sobre los que hace caer todo el peso de su represión. Esto genera también un aumento desmesurado de los materiales que forman la base de estos trabajos.

Detalle Metodología arqueológica VI. 2019
Las estructuras de metal que zigzaguean en sus instalaciones funcionan como marcos de los fósiles, sosteniéndolos o encajándolos para mostrarnos unas reliquias recién descubiertas. Introducir basura en un espacio museísticos cuestiona y desafía el propio espacio, no es algo nuevo. Pero la intención de este artista no se limita a la creación de una obra reivindicativa sobre el valor del arte, sino en dar a luz a un lugar, a un nuevo terreno que rompa con el campo expositivo, donde las obras de arte dejen de ser meros objetos pasivos y se entreguen a la tarea del arqueólogo: a ser identificadas, catalogadas, estudiadas y conservadas. Se trata de crear una atmósfera de conocimiento, una brecha en la propia pared o suelo de la galería que nos traslade directamente a otro tiempo. A un futuro que no nos debería resultar tan incierto, pero que consiente al espectador a asomarse con su mirada curiosa. Lo invita a reflexionar sobre cómo lo insignificante de sus actos tendrá una repercusión o en cómo en algún momento este insignificante comenzará a reclamar su valor dentro de la historia.

Metodología arqueológica VIII. 2019
En un segundo proceso, siguiendo los arquetipos historiográficos y arqueológicos, nos encontramos con la suntuosidad de sus piezas bañadas en dorado y con una nueva serie pintada con unos colores vibrantes y planos que nos recuerdan al Pop Art. Esos fósiles, una vez estudiados y procesados, adquieren un valor mas allá del documental. Son despojados de su medio, descontextualizados y embellecidos para ser expuestos de nuevo como fetiches, donde el objetivo artístico estriba en la posibilidad que éste tiene para generar un sentimiento de placer universal. De este modo, una irónica aura benjaminiana rodea a estos deshechos rescatados de la calle, que al ser expuestos en un espacio museístico, son elevados a la categoría de “objeto artístico”. Haciendo que nos cuestionemos donde están nuestros nuevos centros de veneración.

Detalle Renacimiento II. 2018
Todo objeto artístico acarrea una forma temporal. Pero también acarrea en sí mismo interrogantes intemporales, para los cuales los seres humanos han adoptado unas mismas actitudes desde siempre: aislar un objeto y presentarlo fuera de su contexto lo dignifica y casi lo sacraliza. Podemos considerar así que las obras de Marcos Juncal son al mismo tiempo documentos y objetos de contemplación estética. Artistas como este nos recuerdan vagamente a ese modelo de historiador imaginado por Walter Benjamin hace mas de ochenta años. Un historiador que propone modelos alternativos de contar la historia, mas allá de los autoritarios y establecidos. Pero también propone modelo alternativo de comunicar, creyendo en la potencia material de los propios objetos y en la puesta en cuestión de la literalidad de los discursos sobre el capitalismo y las consecuencias éticas de este.

Metodología arqueológica XIV. 2020
Metodología arqueológica es un montaje que se nos ofrece listo para el estudio, y ya no solo por el propio concepto, sino por los materiales utilizados — hierro, hormigón y basura—, que nos hablan del paisaje arquitectónico que nos rodea. Y es que el mundo moderno, la mercancía, la técnica, han hecho saltar la experiencia en pedazos y a veces solo se puede recomponer con esa herramienta que dota a los elementos de dinamismo y nuevas narraciones, el montaje.
Etiquetas: Marcos Juncal Last modified: 31 marzo, 2020
Me gusto mucho la obra y el significado que quiere plasmar el artista .y la narración de la obra es muy destacable . Enhorabuena