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Escrito por: Woman Art House

Woman Art House: VALIE EXPORT

«Semper et ubique, Immer und Uberall”. (Siempre y ubicua.)
Así es VALIE EXPORT, la artista invitada a Woman Art House esta semana.

Hace poco leía un artículo en Mujeres en red, en el cual Verónica León Burch preguntaba abiertamente: “¿En qué medida cierta crítica feminista sigue siendo anti-sistémica, o mantiene, como sugiere Nancy Fraser, una “amistad peligrosa” con el sistema actual? ¿De qué manera la falta de contundencia de las respuestas emancipadoras está creando condiciones para la “actualización” o resurgimiento de viejos conservadurismos?”

En medio del debate de las prácticas activistas del feminismo actual, en Woman Art House recuperamos a la icónica artista Valie Export, célebre por sus performances que fueron bautizadas como “acciones de guerrilla.” A día de hoy, todas ellas conservan intacto todo su potencial de impacto. Repasemos algunas de ellas, entre su prolífica obra de combate.

Antes, un poco de contexto. Nacida con el nombre Waltraud Lehner (1940, Linz, Austria), posteriormente conocida como Valie Export, es una de las artistas pioneras en los medios multimedia, destacando su trayectoria en la performance y el cine feminista. Huérfana de padre vivió, junto a su madre y sus dos hermanas, un hostil ambiente social de posguerra que la marcó profundamente. Fue educada en la tradición más conservadora y cursó estudios de Diseño textil en la Escuela Técnica para la Industria Textil de Viena, licenciándose en 1964.

A través de instalaciones de vídeo, fotografía conceptual y cine experimental, abordó la historia del arte y del feminismo cuestionando la ideología de género y la construcción segmentada de la sexualidad femenina, dirigida a ser un producto, e incluso un servicio, de deseo.

Dentro de sus aportaciones a la relectura feminista de la historia del arte destacan sus llamadas «performances de guerrilla», en las que usó su cuerpo como arma para desafiar el estatus quo patriarcal. Estas demostraciones públicas son irreverentes y desafían sin filtro las convenciones sociales de la época, sometiendo su cuerpo, ante la mirada ajena, al dolor, al asco o al placer, sin pudor.

Su primer objeto artístico, creado en 1967, fue el paquete de cigarrillos Smart EXPORT, donde reemplazó la palabra “Smart” por “VALIE”. En lugar del logo, su autorretrato luce con el nombre VALIE EXPORT «Semper et ubique, Immer und Uberall». La combinación en letras capitales de “Valie”, su mote infantil, con el verbo “Export”, cargado de significación, cobraba el impacto de un manifiesto en su combate feminista. De esta manera, renunciaba públicamente a su nombre y apellidos, en una especie de sarcástico bautismo exhibicionista: «No quería tener el nombre de mi padre, ni el de mi marido, quería el mío propio». En la reconocible fotografía EXPORT enseña el paquete de cigarrillos en un primer plano que cubre parcialmente su rostro dejando ver a una VALIE que posa desafiando la iconografía occidental de cómo una mujer debe lucir en público. La intervención del logo, en combinación con la leyenda ‘MADE IN AUSTRIA’ transmitía la idea de que la producción de arte también es una producción de bienes de consumo, donde las mujeres son también meros artículos, tanto dentro como fuera del mundo del arte. Este paquete de cigarrillos se encuentra ahora en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Primeramente vinculada al accionismo vienés, muy pronto se desvinculó del mismo para centrarse en su identidad como mujer y la investigación sobre el papel que había desempeñado históricamente la mujer en la historia del arte. Uno de los principales temas en su obra es la cosificación del cuerpo femenino y cómo los esquemas patriarcales habían definido lo que social y culturalmente se entiende por “identidad femenina”.

Junto a su pareja sentimental Peter Weibel protagonizó algunos de los mayores escándalos artísticos de la época. En la legendaria «Tap and Touch Cinema» (1968) colocó un teatrillo con cortinas sobre su torso desnudo. Weibel arengaba a los transeúntes a que deslizaran sus manos dentro del artefacto y así, protegidos bajo las tupidas cortinillas, tocaran a placer el pecho de su compañera. Sin ser vistos, pero también sin mirar, evitando los potenciales cargos de conciencia.

En “El archivo de la condición canina” (1968), Export se dejó ver paseando plácidamente por una zona comercial del centro de Viena con Peter Weibel, éste atado con una correa y caminando a cuatro patas, como si fuera su mascota.

Del mismo año es la memorable “Acciones de pantalón: Pánico genital” acudió a un cine X de Munich con pantalones con la entrepierna descosida y, apuntando a la cabeza a los hombres de la fila con una metralleta, les retaba a mirar a una «mujer de verdad». Amenazados física y psicológicamente, abandonaban el cine.

Pero también más allá de estos trabajos ahora canónicos, EXPORT creó una obra mediática y reflexiva en los años ochenta y noventa que dirige la atención a la tensión entre el individuo y la sociedad. Superponiendo o estratificando distintas representaciones del mismo tema, Export evidenció no sólo la naturaleza construida de las imágenes sino también el modo potencial de cambiarlas. También señaló la interrelación entre imagen y realidad. Un buen ejemplo de esto es una serie de fotografías en las que aparecen mujeres posando con objetos domésticos en las postura de las madonnas del Renacimiento. En “Die Putzfrau (Fotoobjekt nach Tizian)” (“La mujer de la limpieza, fotografía inspirada en Tiziano”, 1976) se superponen dos estereotipos de contradictorios: un cliché idealizado de la alta cultura y otro peyorativo de cultura popular.

A veces se autolesionó en sus acciones, pero no bajo un impulso masoquista individual, sino como medio de encarnación (y, de este modo, visibilización) de las heridas cometidas sobre las mujeres a lo largo de la Historia. El sexo y los clichés alrededor del mismo también se muestran con un componente de dolor, de derramamiento de sangre, como en “Mann, Frau & Animal” (Hombre, Mujer, Animal, 1973), que se inicia con la búsqueda de un placer masturbatorio hasta llegar a un final sangriento, o en “Eros/sión” (1973) en la que se revuelva en cristales rotos, se quema con cera caliente, recorriendo un camino entre la violencia y el sexo.

En la película “Remote… remote…» (1973) la artista se apropia del instrumento predilecto del hombre, la navaja, para cortarse las uñas y los dedos. «Blanco y rojo son los fluidos de la femenidad: lactancia materna y menstruación. Pero estas bodas bárbaras son más que una mezcla; son una metamorfosis. Valie Export convierte la leche en sangre y el cuerpo en tragedia» (Régis Michel.)

En “Identitdttransfer” (1973) yace en el suelo, en dos fotografías, una vestida y otra desnuda, sobre un solar pedregoso junto a una puerta de madera, que recuerda a Etant donnés, de Duchamp.

“Hyperbulie” (1973) evidencia las barreras invisibles con que la estructura social reprime dolorosamente la energía de las personas. Export se conecta a baterías, recibiendo descargas eléctricas, llevando a su cuerpo al límite.

EXPORT tuvo el don de transformar el anecdotario íntimo en una alegoría feminista de dominio público. Así, su primer tatuaje (Body sign action, 1970), una liga sobre el muslo, símbolo del fetichismo, fue registrado en una serie fotográfica. Export rechaza el estatus patriarcal de lo femenino como producto pasivo que espera (e incluso desea) ser consumido. Este accesorio sexualizado se evidencia en esta acción como símbolo de la esclavitud, de hipersexualización de algunas partes del cuerpo de las mujeres y de la mercantilización de sus cuerpos.

En las cuatro icónicas fotografías tituladas “Identity transfer” (1973) pone en tela de juicio los roles de género convencionales y refleja el momento en que la ropa y los peinados “masculinos” y “femeninos” se fusionaron.

Respecto a su producción cinematográfica, con una propuesta discursiva de fuerte carga política, las películas de EXPORT se articulan de manera experimental en sus montajes, en la línea del cine abstracto. Bebe de fuentes como el libro de Gene “Youngblood, Expanded Cinema”, como es evidente en Splitscreen–Solipsism (1968), Split Reality (1970) y Adjungierte Dislokationen (1973).

El film «Invisible Adversaries» (1977) e una historia de horror / ciencia ficción de una mujer que llega a creer que los extraterrestres se están apoderando de las mentes de sus conciudadanos, particularmente hombres. Muestra una auténtica crisis psicológica de la mujer, entre la esquizofrenia y la paranoia, a través de la yuxtaposición de planos largos y abruptos, espacios públicos y privados, color y B/N, imagen fija y vídeo, ruido y encuadres forzados.

«Syntagma” (1983) incide en la fragmentación del cuerpo de la mujer, que refleja su objetivización. Varias partes del cuerpo de la mujer (brazos, piernas, senos, rostros…) son repetidos, acelerados, ralentizados, ampliados… en los fotogramas. Esta producción lleva inexorablemente hacia una reflexión sobre el papel pasivo de las mujeres en el cine.

“The practice of love”(1985) es un thriller feminista en que una investigadora descubre un asesinato; un ensayo sobre la imposibilidad de librarse del control electrónico y social. También sería posible leerla como una comedia sobre la percepción o incluso como una lección sobre la construcción del tiempo y el espacio en las imágenes cinematográficas.

Además de sus temas de claro postulado feminista, Export explora temáticas variadas, como la relación de poder que se da, de manera tácita y muchas veces tergiversada, entre productor y consumidor. Así, la obra «Ping pong» (1968) es un vídeo interactivo en que el público debía golpear los puntos que iban apareciendo en una pantalla. Así concebido, la obra parecía un juego infantil e inocente, en el que la persona que lo consume cree tener el control del mismo, mientras que, en realidad, sus reacciones sólo responden a estímulos dados.

En fotografías, películas e instalaciones de las décadas de 1980 y 1990, la artista explora el “yo” fragmentado y alienado en la era digital, como su texto “Anagramas de los medios de comunicación”.

En el CD-Rom “Imágenes de contacto” incluye toda su obra de las últimas tres décadas, permitiendo que se altere el orden de visualización.

Por otro lado, célebres son sus “Body configurations” (1972-1982). Cómo la arquitectura, las TIC y los MMCC marcan a las personas es el foco de la investigación en este proceso en que dicotomías diversas forman un cuerpo social (construido)que encuentra materialización, en el espacio-ciudad. En estas series de fotografías EXPORT reproduce interesantísimos clichés que relacionan la arquitectura con el cuerpo y que recuerdan las piezas de Robert Morris o Vito Acconci.

Sus obras de los últimos 20 años incluyen grandes instalaciones en el espacio como Kalashnikov (2007), Nadel (1996/1997), películas y numerosos dibujos. En una perspectiva de «countertime», las obras apuntan a cuestiones relacionadas a los proyectos anteriores, en términos formales, o como una continuación conceptual, que ofrece una nueva visión de su obra completa.

Para la Bienal del Venecia de 2007 ejecutó la acción “The voice as performance, act and body”. En ella EXPORT leyó un texto sobre el origen del lenguaje con una cámara introducida por su nariz hasta la garganta, con la cual se podía ver, en vivo, cómo sus cuerdas vocales se movían, en tres grandes pantallas.

Desde 1995 es catedrática de performance multimedia en la Academia de Media Kunst|Kunsthochschule für Medien (Colonia, Alemania).

VALIE EXPORT ha participado en exposiciones individuales y colectivas en museos internacionales, incluido el Centro Georges Pompidou, París; El museo de arte moderno, Nueva York; Instituto de Arte Contemporáneo, Londres; Bienal de Venecia, Venecia; Documenta, Kassel; MoCA, Los Angeles; Museo Stedelijk, Amsterdam; P.S.1 Contemporary Art Center, Nueva York; Museo de Arte de Shanghai, Shanghai; Palais des Beaux-Arts, Bruselas; Tate Modern, Londres; Museo Metropolitano de Arte, Seúl, Corea; Museo Metropolitano, Nueva York. Sus obras están incluidas en colecciones como, Reine Sophia, Madrid, MOMA, Nueva York, MOCA, Los Ángeles. En 2014, VALIE EXPORT recibió los Yoko Ono Lennon Courage Awards for the Arts, junto con Laurie Anderson, Marianne Faithfull y Gustav Metzger.

Más información en su web (pincha aquí), Entrevistas (aquí)  y vídeos (aquí).

De esta manera, concluye este breve repaso por la extensa obra de VALIE EXPORT, una de las artistas feministas más combativas de los ’70, maestra de la performance y el audiovisual como arma artística. Definitivamente, una artista #WAH.

Etiquetas: , Última modificación: 12 diciembre, 2019