Escultura, fotografía, vídeo, instalación y dibujo son las disciplinas que trabaja la protagonista de #WomanArtHouse del pasado domingo, Alicia Martín (Madrid, 1964).
“El libro es un artefacto perfecto para construir” explica Alicia Martín. Un artefacto que se ha convertido en la base de todas sus creaciones y en una de las señas de identidad de su obra. Aunque no siempre fue así: “Los primeros trabajos eran representaciones de mi cuerpo o eran representaciones de los objetos cotidianos que yo tenía al alcance y que podía modificar de alguna manera”, como ella misma explica en una entrevista. Será a principios de los años 90 cuando comience a trabajar con el libro.
El libro no fue para ella más que un objeto cotidiano que coger al alcance de la mano y que surgía desde su propio cuerpo.“Siempre ha vivido conmigo. Siempre me recuerdo leyendo en el autobús, en el parque, en la cama.(…) Para mí es la prolongación del cuerpo y de la mente”.
Su primera gran instalación fue realizada en 2003 en Casa de América como parte de una exposición colectiva. Allí se pudo disfrutar de “Biografía”, una cascada de 5.000 libros que caían por la fachada del Palacio de Linares y que supuso un punto de inflexión en su carrera.
Desde ese momento, sus imponentes instalaciones eclipsarían el resto de su trabajo. A pesar de que sus esculturas suelen ser efímeras e itinerantes han sido mejor acogidas por el público, tal vez por que “las esculturas suelen dejar de ser cuando desaparecen pero quedan en la memoria”.
En estas esculturas vemos páginas enmarañadas, historias, recuerdos, sabiduría cayendo con un único objetivo: “Dislocar el significado”. Para Alicia Martín lo importante es romper con el orden establecido y canónico de estos objetos y plantear al público otras lecturas posibles. En palabras de Sergio Rubira: “Los libros en la obra de Martín son formas con las que se crean nuevas ficciones que van más allá de las que contienen”, y sigue explicando, “Cesan de ser libros, o solo libros, y pasan a ser letras o palabras con las que escribir un nuevo texto. Adquieren también las características de los personajes: se animan y comienzan a habitar las salas, ocupándolas, incluso parasitándolas”.
Al componer sus obras, Martín, no piensa en el público, aunque sí cuenta con cómo afecta la invasión del espacio público de su obra y lo que esto puede suponer para el/la espectadora. “Me gusta mucho cuando causa inquietud o desazón”.
Tanto en sus instalaciones, casi siempre realizadas ‘site specific’, como en sus fotografías, vídeos o dibujos, busca el movimiento. “Quiero que sea algo como vivo, como orgánico, muy de Tierra”. Un movimiento que es tanto simbólico, “mi intención al usar los libros es mover algo, no dejar indiferente”, como físico, “todas las obras tienen un proceso de ida y vuelta, de doble juego”.
Si nos fijamos bien, veremos que sus esculturas siempre muestran un sentido pendular, de dentro hacia fuera y viceversa, manteniendo una importante relación con la arquitectura en la que es acogida. Todo esto está relacionado directamente con el libro que para la artista también es “un artefacto de dentro a fuera”, y por tanto permite en su obra un acercamiento de lo que es el libro como artefacto hacia el exterior con sus múltiples posibilidades.
En algunas de sus obras, el libro también sirve como elemento simbólico del retrato, aspecto que para la artista es una de las características de este objeto: “(El libro) te retrata, te retrata lo que lees, te retrata cómo lo interpretas, cómo lo lees”.
Otro de los aspectos destacados de la obra de Alicia Martín es el propio proceso de creación, desde el momento de ideación a la construcción de las piezas en las que cuenta con un equipo de trabajadores. Según cuenta Martín, “toda esta parte humana que entra en ese proceso, forma parte también del final, de la forma final”, y es que para ella, la manipulación de cada uno de los elementos de las piezas una parte del proceso de creación.
A lo largo de este hilo no he hablado de obras concretas de Alicia Martín, no por falta de referencias sino porque sus obras, como ella misma explica, “tienen que ser fugaces en el tiempo, se tienen que deshacer”, quedando la memoria y el símbolo de lo que se quiso transmitir.
La obra de Alicia Martín ha sido objeto de numerosas exposiciones e intervenciones en numerosos países del globo terráqueo. Actualmente se pueden encontrar piezas suyas en colecciones españolas, egipcias, francesas, holandesas, etc.
La próxima semana conoceremos una nueva artista. Síguenos a través del hashtag #womanarthouse en Twitter para no perderte nuestros hilos de cada domingo.
Etiquetas: Alicia Martín, WOMAN ART HOUSE Última modificación: 13 septiembre, 2023